Cuando descubres a un profeta, y te dejas acompañar por él o ella
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Cuando descubres a un profeta, y te dejas acompañar por él o ella

La última escala por la película de Vaiana nos devuelve al tema principal, el del discernimiento para descubrir la propia vocación y la misión concreta. En este caso al tema del acompañamiento personal que hace la abuela, que aunque ya había aparecido, merecía algo más de atención por la finura con la que describe con el ejemplo la función del acompañante, en este caso además haciendo un poco también de profeta.

Algunas características que vemos en la abuela:

  • Siempre está accesible y en el mismo lugar
  • Es fiel a sus ideas sin importar lo que digan de ella
  • Es totalmente respetuosa con las ideas de la tribu, no desautoriza a su hijo, el jefe de la tribu, pero no se limita a su visión
  • Es verdaderamente libre y habla con esa libertad
  • Sabe bailar con el mar, «las olas yo sé seguir» leer los signos de los tiempos podríamos decir
  • No incita a Vaiana a hacer una cosa u otra, pero sí le fuerza a enfrentarse con sus sentimientos profundos, sus mociones, a observarlas, ponerle enfrente de ellas y ver qué le hacen sentir
  • Desvela, es decir, que quita el velo que le impide ver. Literalmente separa las ramas para que vea el horizonte
  • Es paciente, y deja libertad. Así como los padres son más impositivos, la abuela simplemente muestra otros caminos
  • Pone a la protagonista en contacto con su interior
  • Recorre un tramo del camino con su nieta y luego desaparece

Muchas de estas características serían propias de un buen acompañante espiritual.

«Cuando algo te gusta, allí tu estás» En español castizo diríamos que «la cabra tira pal monte» y es una forma interesante de empezar a descubrir la vocación personal. En Vaiana se ve muy claro, haga lo que haga siempre acaba a la orilla del mar, mirando el horizonte, pero en cualquier persona hay cosas que nos llaman especialmente y que si nos fijamos, acaban estando presentes en todo lo que hacemos. Si identificamos que hay detrás de esa actividad, ese lugar, esa persona, ese sentimiento… es posible que tengamos la primera piedra de nuestra vocación, sea la que sea, y un acompañante puede ayudarnos muy bien a localizar eso que nos está resonando.

¿Te ha pasado alguna vez?

Me refiero a si has tenido alguna vez, o tienes, un acompañante. Yo sí, y es algo muy interesante en todos los momentos de la vida, pero en especial en momentos de decisiones. El acompañante en ningún caso ha de ser un persona que te de respuestas o te diga lo que debes hacer. Si es el caso, mejor cambiar de acompañante. Las respuestas y las decisiones las has de encontrar en ti, el acompañante solo ha de hacerte buscar a base de confrontar lo que compartas con él, hacer que te escuches a ti mismo.

¿Te apetece investigar en la Biblia?

  • Lc 12:55-56 – Jesús recuerda a sus discípulos que son capaces de leer los signos de la naturaleza para anticiparse a la climatología, y que lo mismo han de hacer con los signos de los tiempos, como hacían los antiguos profetas, y los contemporáneos
  • Mc 3:21 – En distintos momentos, también los parientes de Jesús le tomaron por loco, y es que ser contracultural, y profeta, lleva asociada la incomprensión incluso de los que reían conocerte
  • Lc 24:32 – Los discípulos de Emaús se dan cuanta a posteriori, de que quien les había acompañado por el camino, era el mismo Jesús resucitado, y lo descubren observando el sentimiento que han recogido de su corazón

¿Has pensado alguna vez en la vida religiosa?

Tal vez, en eso que te llama, identifiques la entrega a los demás, la oración, el amor especial al prójimo, si es así, pásate por sermarianista.org

 

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