Cuando poder controlar la mente de otra persona, es uno de los grandes deseos del hombre. Black Mirror 03×00
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Cuando poder controlar la mente de otra persona, es uno de los grandes deseos del hombre. Black Mirror 03×00

Argumento

Por medio del recurso del recuerdo, los guionistas nos van contando varias historias y cómo la tecnología ha ido ganando terreno a la humanidad en pocos años. La línea general de estos avances está en la invasión de la mente humana. La capacidad de dirigirse directamente a ella: mandarle mensaje, escucharla, sacar una copia de la misma, aplicarle filtros para que no pueda ver ni oír a otros, y en general, encerrarla fuera de su cuerpo original.

Pero ¿Puede existir la mente sin el cuerpo?

Para los guionistas, desde luego que sí, y eso tiene una serie de connotaciones, y permite una serie de intervenciones y una nueva forma de esclavitud y tortura. Por ejemplo: ¿Te gustaría ser tu propio asistente virtual? Si a los actuales desarrollos de inteligencia artificial se les pudiera incorporar una copia de tu mente, sería perfecto, tendrías la perfecta casa domótica. Sería el individualismo llegado a la cima de su evolución: Tú solo en tu casa, contigo mismo como esclavo para satisfacer tus deseos. Toda una metáfora de hacia dónde caminamos y cómo nos comportamos.

Pero hay más, para aquellas personas que les cuesta relacionarse, ¿qué mejor que un coach personal metido las 24h en tu cabeza? En todo momento ve y oye lo que ves y oyes tú y te puede ir asesorando. Y por qué no, tener un club de mirones que paga por ver y oír lo que oyes. Las posibilidades de degradar la humanidad se multiplican exponencialmente.

¿Qué tal una orden de alejamiento que te aleje de verdad? Un filtro que permita distorsionar la imagen y la voz de la otra persona, y sea recíproco: ni ves, ni te ven, ni oyes ni te oyen, durante el tiempo que alguien decida. Es como borrar a una persona. Su mente sigue existiendo, pero su expresión física en el mundo ha desaparecido ¿Te imaginas vivir así?

¿Se enfrentó Jesús a algo tan futurista?

No, claro que no, al tema tecnológico, no. Pero a la raíz del problema igual sí. El Evangelio habla de varios endemoniados, que no acertamos a saber bien lo que eran, pero que comparados con esta historia, pueden ser más sugerentes. El siguiente texto es un fragmento de Marcos 5:9-13 del pasaje del endemoniado de Gerasa.

—¿Cómo te llamas? —le preguntó Jesús [al endemoniado].
—Me llamo Legión —respondió—, porque somos muchos.
10 Y con insistencia le suplicaba a Jesús que no los expulsara de aquella región.
11 Como en una colina estaba paciendo una gran piara de cerdos, los demonios le rogaron a Jesús:
12 —Mándanos a los cerdos; déjanos entrar en ellos.
13 Así que él les dio permiso. Cuando los espíritus malignos salieron del hombre, entraron en los cerdos, que eran unos dos mil, y la piara se precipitó al lago por el despeñadero y allí se ahogó.

Curiosamente el endemoniado percibe muchas voces en la cabeza, múltiple personalidad, esquizofrenia… en tiempo de Jesús era signo de estar endemoniado, en nuestro tiempo es una enfermedad mental, y en el futuro puede ser recibir inputs de mucha gente directamente en tu mente, a modo de conciencia. Así que, es como si estuvieses poseído por otra u otras personas y, por tanto, confundido y atormentado, dividido. Y además anulado por fuera. La gente te ve como un monstruo, no te reconoce, te evita. Nadie te ve y te oye. Ante esa corrupción de la identidad, Jesús nos devuelve la humanidad, se interesa por nuestro nombre y por tratarnos de nuevo como una unidad. Y parece que esas mentes intrusas, esos que dividen y fragmentan, puede sacarlos y trasferirlos a otros cuerpos. En el caso del Evangelio, cuenta que los transfiere al cuerpo de unos cerdos.

Ya en nuestro tiempo, estamos condicionados por mucha gente que nos dice qué pensar y cómo actuar, que manipula la mente y que pretende separar cuerpo y espíritu con fármacos y estilos de vida determinados, para anular y controlar a la persona. Antes de perdernos del todo, dejemos que Jesús nos llame por nuestro nombre y nos devuelva la identidad única y completa de cuerpo y alma.

 

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