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  • Tenía que haber pensado primero en mí

    Tenía que haber pensado primero en mí

    Una vez más, la película pone en boca de los personajes cosas que igual uno piensa pero no se atrevería a decir porque son políticamente incorrectas. O tal vez ya no tanto, y la cultura está cambiando en la dirección de aceptar socialmente que la persona haya de pensar primero en sí misma.

    Audrey se enfrenta a una serie de renuncias, como las de Paul, pero al verse sola en la sala de preparación y despojada de todo hasta del pelo, prefiere no dejar más cosas atrás y cambiarlo todo por una sola: elije dejar a Paul que aparentemente era con quien no era feliz. No importan sus sentimientos, sus renuncias, lo que él piense. Hay que optar por el «mal menor» y le deja.

    Esta pérdida se suma a las renuncias que Paul había hecho para hacerse pequeño. Ahora, no solo se ha hecho físicamente pequeño, sino que como persona, lo ha dejado todo atrás, lo ha perdido todo

    ¿Por quién lo dejarías todo?

    Paul lo dejó por su mujer, por hacerla feliz, por sentirse mejor consigo mismo, por salvar el planeta. Y cuando decides dejarlo todo, es una apuesta que ha de asumirse con todas las consecuencias. En este caso, al dejarle su mujer, todo lo demás deja de tener sentido, todo su mundo se cae.

    ¿Alguna vez te has sentido pequeño y abandonado?

    Jesús ante eso está preparado para recordarnos:

    Os aseguro que estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo

    Mateo 28:20

    No importa lo que pase, ni cómo salgan los planes, ni si nos va bien en la vida o si lo perdemos todo. La fidelidad de Dios es siempre infinita e incondicional, porque nunca piensa en sí mismo, su amor por cada uno de nosotros es totalmente desinteresado.

  • Cuando «para toda la vida» es «hasta que mi ego nos separe». Black Mirror 04×04. Colgar al DJ

    Cuando «para toda la vida» es «hasta que mi ego nos separe». Black Mirror 04×04. Colgar al DJ

    Argumento

    Encontrar la pareja perfecta es tarea difícil pero muy importante, pues idealmente esa pareja te acompañará el resto de tu vida. Ya hace tiempo que existen redes sociales y aplicaciones destinadas a encontrar nuestra pareja perfecta contrastando nuestro perfil con el de toda la base de datos de la gente que decide entrar en ese mismo juego.

    Black Mirror, en este capítulo, se adentra en esta tecnología y cuenta una historia muy peculiar para hablar del amor entre dos personas como algo intangible pero a la vez medible empíricamente. Muestra básicamente cómo serían estas aplicaciones si se pudiese introducir la componente humana, el verdadero amor, en el proceso de iteración.

    ¿Y si conociéramos la caducidad de los compromisos?

    Con la aplicación que muestra el capítulo, puedes ver lo que durará una relación. Este es un elemento clave. En nuestro afán por controlar y conocer todo, por miedo a lo que vendrá, esta es una herramienta muy valiosa, sin embargo, vemos como el hecho de conocer este dato condiciona el tiempo de la relación. Y esta reducción del tiempo es especialmente drástica si se rompe la confianza de la pareja. Toda una metáfora de la vida real.

    El compromiso y el amor van de la mano, no hay amor sin compromiso. Sin embargo, cada vez cuesta más comprometerse en algo, y más si es un compromiso sin plazo o de por vida. Sin embargo, y lo muestra la serie también, cuanto menos compromiso hay, la implicación es menor, y el sentimiento de vacío aumenta.

    Cuando el ego se descontrola, el compromiso pasa de ser una entrega libre de la persona, a ser una condena esclavizante donde el otro es quien me quita la libertad. Porque entendemos que mi libertad empieza donde acaba la del otro, y por tanto, el otro se convierte en un obstáculo para mí, en lugar de ser aquel que me hace desarrollarme en plenitud y alcanzar una cota de libertad más elevada, una libertad en relación con el otro.

    «Que se detenga el mundo, te elijo a ti»

    La serie acaba definiendo el amor como escapar del mundo, JUNTOS, enfrentarse a todas las barreras y dificultades. Podemos añadir fácilmente: estar en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad… pero en todo caso JUNTOS, comprometidos en un mismo proyecto en las fases buenas y malas del mismo, no solo en las buenas.

    Todos los días hasta el fin del mundo

    El compromiso del ser humano no puede durar más de lo que dura su vida, en cambio, el de Dios es eterno. El del ser humano es frágil, pues el ego (amor a uno mismo) se dispara muchas veces y hace que no amemos al otro como a nosotros, sino menos.

    La suerte que tenemos es que Dios nos es fiel siempre. Lo repite en infinidad de pasajes. De hecho la mayor parte de la Biblia se dedica a hablar de la Alinaza entre Dios y el hombre, como una relación de pareja en la que el hombre es infiel por su debilidad, pero Dios se mantiene fiel, siempre a la espera, siempre dispuesto a acoger y perdonar para reparar la relación.

    «YO ESTOY CON VOSOTROS TODOS LOS DÍAS, HASTA EL FIN DEL MUNDO» Mt 28:20

    Si fuéramos realmente consciente de este amor, nos costaría menos permanecer fieles.

     

    Por último, el capítulo vuelve una y otra vez sobre una frase que dice la aplicación «Todo pasa por una razón» De alguna forma, el sistema, lanza una esperanza en esta búsqueda del amor, insta a continuar para que el proceso no se trunque y llegue a su fin. Todo a nuestro alrededor tiene un sentido y juega un papel en la historia pero no lo descubriremos si tiramos la toalla antes de tiempo. También en esto podemos hacer una lectura de esperanza cristiana, de confianza en Dios, que nos conoce y sabe de nuestra debilidad y torpeza y aun así deja la creación en nuestras manos, porque confía en que, aunque sea a base de fracasar una y otra vez, al final encontraremos el amor, porque venimos de Él y tendemos a Él.