Etiqueta: manipulación

  • Cuando despiertas antes que los demás, pero preferirías seguir dormido. Black Mirror 03×05 La ciencia de matar

    Cuando despiertas antes que los demás, pero preferirías seguir dormido. Black Mirror 03×05 La ciencia de matar

    Argumento

    La serie nos transporta a un momento de la historia y a un lugar en el que el ejército realiza labores humanitarias entregando comida y otros suministros a civiles, en una zona castigada por las «cucarachas» seres humanos supuestamente contaminados con alguna enfermedad que no quieren que se extienda al resto de la población.

    El ejército cuenta con implantes de realidad aumentada que llaman «la mascara» que les permite alterar las imágenes y sonidos directamente en el cerebro, proyectando sueños mientras duermen, o imágenes sobre impresas en el campo de batalla. Sin embargo, esos implantes permiten también alterar la percepción de la realidad, lo cual es muy práctico a la hora de tener que matar a otro ser humano.

    ¿Qué es más fácil, matar a un gatito o a una cucaracha?

    La serie juega con este concepto aplicado a alguna clase de genocidio. La serie no deja claro si exterminar a «las cucarachas» es realmente «necesario» o si es como el Holocausto Nazi y solo están buscando purificar la especie. Y como en el caso de los judíos, la solución fue marcarlos y considerarlos inferiores y peligrosos para la raza humana y presentarlos así de cara al resto de ciudadanos. Solo algunos pocos fueron capaces de quitarse la «máscara» y arriesgar la vida para defender la humanidad de estas personas.

    Los nazis no tenían la tecnología que aparece en Black Mirror, y es que no es necesario, aunque desde luego mejoraría la eficiencia de la manipulación. Pero lo cierto es que basta con ir educando a la población en unas ideas concretas, y esto, hoy, está a la orden del día. Toda etiqueta y todo nombre redefinen en cierta medida a las personas

    Un inmigrante, un africano, un ladrón, un rico, un gitano, un pijo, un niño, un viejo, un cura, un mendigo, un violador, un asesino, un terrorista, un misionero, un juez, un rey, un amigo, un enemigo… y tú ¿Te sientes igual a ellos, o las etiquetas hacen que te veas en una categoría diferente y que de alguna forma se apliquen normas morales algo distintas? Esa categoría puede ser a veces mejor, o a veces peor. Igual podemos sentir que nuestra vida vale menos o que vale más que la de otro «colectivo», porque la pertenencia a ese «colectivo» pasa a ser más importante que el hecho de ser persona.

    Desde siempre, en las guerras, esta ha sido la clave: nosotros y los otros, los amigos y los enemigos. Los otros no son personas, son enemigos. Y sin llegar a pensar en matar, estas etiquetas nos hacen posicionarnos en bandos y olvidar que el otro siempre es el prójimo y que su dignidad y valor es inmutable y siempre igual a los míos ¿Lo vivimos así, o algo nos nubla la vista?

    ¿Cómo formas tus opiniones? El machismo por ejemplo es algo que se ha transmitido de forma natural, de padres a hijos, en las distintas sociedades. Generaciones y generaciones han nacido y crecido creyendo que hombre y mujer no eran iguales en dignidad y derechos, y durante mucho tiempo nadie ha sido capaz de ver más allá y sobre todo, capaz de mover a la sociedad a cambiar ese punto de vista. En nuestro día a día seguimos teniendo «verdades» cotidianas como esta que hay que superar. El problema es detectarlas sin mezclar intereses personales, religiosos o políticos.

    Por ejemplo: ¿qué es más fácil, matar a una célula o matar a un bebé? Cuando redefinimos la realidad, hacemos que la sociedad acepte las cosas más fácilmente, por eso es tan importante encontrara a partir de qué semana se puede llamar o no bebe a una nueva vida.

    O ¿qué harías antes, acoger en tu casa a un peregrino, o a un inmigrante, o a un refugiado? Aquí se diferencia en tres categorías, en Europa hay peregrinos por ejemplo de los encuentros de Taizé, hay inmigrantes y hay refugiados, y el trato parece que ha de ser distinto en cada caso.

    Por supuesto en estos ejemplos entran en juego otros factores, que hacen que las decisiones no sean obvias, pero sin duda, cambiándole el nombre a las cosas, las decisiones resultan mucho más sencillas para nuestra conciencia, y mucho más perjudiciales para la dignidad humana.

    Los oculistas en el Evangelio

    Al protagonista de este capítulo le ha pasado algo parecido a lo que le pasó a San Pablo, aunque el desenlace fue diferente. Pablo escucha en un momento de su vida a Jesús resucitado que le dice:

    Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues? Hch 9:4

    Como buen judío, tal y como le enseñaron, Pablo perseguía a los cristianos por herejes hasta el punto de ejecutarlos. Pero de pronto algo se tuerce en su camino, cae en la cuenta de algo y escucha esa voz que le cuestiona toda su estructura de verdades. Continuará su viaje hasta Damasco donde aquellos a los que perseguía, le ayudarán a reponerse. Y, tras un periodo de discernimiento, recuperará la vista para reorientar su vida. Dice el texto que le cayeron de los ojos como escamas, como una máscara que filtraba lo que veía. Llama la atención los paralelismos que se pueden establecer entre este capítulo y el pasaje de la conversión de Pablo.

    Al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado Hch 9:18

    El signo del bautismo es un gesto de nuevo nacimiento, de dejar atrás lo antiguo y empezar lo nuevo. Pablo opta por este camino, no borra su pasado, lo lleva a cuestas, avergonzado y arrepentido por el mal causado, pero orgulloso de haberlo superado. Este paso es también difícil de dar. En la serie el protagonista parece tirar la toalla y prefiere vivir en la mentira que le proyecta el implante, en el sueño creado por otros, con tal de no cargar con el sufrimiento de su culpa que no es capaz de perdonar.

  • Cuando los cómicos  participan como uno más en el debate político. Black Mirror 02×02

    Cuando los cómicos participan como uno más en el debate político. Black Mirror 02×02

    Argumento

    Los programas de entretenimiento que comentan la actualidad, están a la orden del día, y comentar, o burlarse de los políticos, es parte de su guion. También es común ver en esos programas personajes de ficción, en humoristas que representan un papel o con mascotas animadas a las que otros humoristas dan vida. Este capítulo explora los límites de este concepto: Waldo, un personaje animado de un programa de humor, se va haciendo cada vez más popular por su forma vulgar de tratar a los políticos y su discurso populista. Gracias a esta fama lleva a condicionar el discurso político hasta el punto de presentarse, el personaje de ficción, como candidato a las elecciones. Finalmente las empresas se interesarán por el fenómeno de Waldo para exportarlo a otros países y manipular la política manipulando a su pueblo.

    ¿Quién está detrás del personaje? ¿Quién es el que tiene la responsabilidad de dar la cara?

    Si se trata de una marioneta animada ¿importa mucho quién le da vida, o es reemplazable?, y si quien le da vida no importa, ¿quién genera sus ideas y pensamientos, esos que la gente sigue con devoción? ¿No será eso lo que nos está pasando con la política actualmente? Tal vez seguimos a personajes que parecen reales por ser de carne y hueso, pero no son más que marionetas de las empresas, caricaturas de lo que a cierto público le atrae para conseguir arrastrar a las ovejas hacia el lugar adecuado.

    ¿Es más democrático el sistema en el que más gente puede votar? Es interesante la comparación que hacen en el capítulo cuando dice: “La democracia del pueblo se refleja en Youtube: los votos de la gente hacen que el vídeo más visto sea el de un perro que canta a pedos un himno”. Sin un criterio formado, las votaciones son un arma para los que manipulan al rebaño.

    ¿Estamos al servicio de los demás o al servicio de nuestro orgullo y fama? Ese es tal vez el problema de los políticos y los humoristas que nos gobiernan actualmente, que confunden su vocación de servicio a los demás.

    ¿Conoces humoristas que estén, condicionando el pensamiento del país? ¿les votarías?

    ¿Se parece Waldo a Jesús?

    Podemos tener una imagen de Jesús ideal, siempre sonriendo y haciendo cosas bonitas, pero en realidad se enfrentaba también con dureza a los dirigentes de su tiempo, les insultaba y dejaba en evidencia delante del pueblo, pero ¿lo hacía como Waldo?

    No, Jesús insulta y hace crítica a los fariseos y sumos sacerdotes, pero no busca desvirtuar la estructura. Jesús se compromete, da la vida, no se esconde tras su personaje. Insulta a los fariseos, sí, pero no para reírse de ellos y ganar el aplauso del pueblo. El humorista acaba humillado y olvidado, Jesús muere humillado pero recordado para siempre y otros le siguen, y trasciende el amor y la construcción del Reino, no el odio y la destrucción.

    • «No he venido a abolir la ley y los profetas, sino a darles plenitud» Mt 5:17
  • Cuando no eres más que un personaje. Black Mirror 01×02

    Cuando no eres más que un personaje. Black Mirror 01×02

    Argumento

    En este caso nos trasladamos a un futuro en el que una clase social de humanos se encargan de producir energía pedaleando en bicis estáticas, como si se encontrasen en una sala de fitness. A cambio reciben «créditos» que pueden consumir para su vida diaria. Vida que se reduce a comer, dormir y pedalear, pero siempre con pantallas a la vista desde las que consumir productos audiovisuales a cambio de créditos. Cada persona tiene un avatar con el que interactúa con los contenidos y con otras personas. Cada uno vive en una habitación recubierta por pantallas, en la que solo cabe la cama.

    Junto a esta clase social hay otra inferior, que se encarga de la limpieza y mantenimiento, y al menos otra superior, que se encarga de desarrollar los contenidos audiovisuales. Los de las bicicletas sueñan con ganar un típico concurso de talentos donde se humilla a la gente que quiere subir de categoría.

    En ese contexto, el capítulo mostrará lo que pasa en las distintas clases y cómo cambiar de una a la otra. La actitud de cada uno en su clase social, la interacción con los contenidos audiovisuales y con otras personas reales. La manipulación social, el individualismo. Nuevas formas de esclavitud y explotación contemporáneas basadas en la influencia o el consumo de contenidos y la obtención de créditos

    ¿Cuál sería mi respuesta en estas situaciones?

    O mejor, ¿cuál está siendo mi respuesta en estas situaciones que ya ocurren hoy?

    Piénsalo. Descubre cómo de cerca estamos de esto en nuestro día a día ¿Cuántas de las cosas que se reflejan en el capítulo ya existen? La moneda virtual para comprar cosas virtuales, los concursos de talentos, la publicidad por la que has de pagar para que desaparezca, la pornografía, el aislamiento, la vida en colmenas, los influencers, el populismo…

    ¿Se puede relacionar con algo de la Biblia?

    La escena del concurso de talentos me recuerda al juicio de Jesús ante Pilatos. De alguna manera, para hacerse el inocente, deja que sea el pueblo el que decida sobre la suerte de Jesús. Algo aparentemente muy democrático y populista, salvo porque el pueble está totalmente manipulado. Se ha hecho con ellos un trabajo previo de adoctrinamiento mediante los contenidos que consumen, de forma que su voluntad es la del influencer, aunque este «se lave las manos» Al grito de ¡CRUCIFÍCALO! Pilatos se ve «obligado» a ceder. Igualmente el jurado del concurso «se debe» a su público y actúa sobre la vida de los concursantes con este poder. 

    Además, en el capítulo, como en el Evangelio, hay que acabar con el rebelde, y qué mejor manera que convertirlo en uno de los tuyos, ofrecerle un futuro «mejor». Con Jesús no funcionó, Pilatos le dio la oportunidad, pero la Verdad no se podía traicionar. En la serie, no pasa lo mismo. La sola humanidad no es tan fuerte. Ese futuro mejor no es otro que ser esclavo, pero de otra categoría, en este caso de tu público, ese que pedaleaba cada día en las bicicletas.

    «Entonces Pilato, para calmar a la multitud, dejó a Barrabás en libertad»

    Mc 15:13-15