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  • Cuando el ¿qué dirán? te importa más que el ¿quién soy?. Black Mirror 03×03 Cállate y baila

    Cuando el ¿qué dirán? te importa más que el ¿quién soy?. Black Mirror 03×03 Cállate y baila

    Argumento

    En este caso el capítulo tiene muy poco de futurista y de fantástico. Es real como la vida misma y está casi a la orden del día. Una persona se dedica a hackear webcams y a chantajear a sus dueños con las imágenes que recoge. El chantaje consiste en pedir a los afectados que hagan cosas concretas como en una gymkana delictiva

    ¿Hasta dónde llegaríamos en esa gymkana?

    El problema es que el acto por el que nos pillaron podía parecernos malo, pero, tal vez las siguientes pruebas sean aun peores de cara a confesarlas.

    ¿Qué peso le damos a nuestra reputación? ¿A caso nadie antes ha caído en lo mismo? Una de las mejores forma de controlar a una persona es a través del miedo. En este caso el miedo a ser descubierto, y en la medida en que crea que es más grave lo que esconde, más fácil de controlar será. Esta ha sido muchas veces la baza de las religiones, pero…

    ¿Está Dios al otro lado de las cámaras?

    Cada vez hay más gente hoy que tiene tapada la webcam de su ordenador. Cuando nos daba miedo que nos viera Dios y nos castigara, la gente comenzó a abandonar la Iglesia, y ahora para esconderse de este nuevo dios, de esta nueva intrusión en nuestras vidas, tapamos las cámaras y listo. ¿Lo que no se ve, no está mal? Esta parece ser la filosofía que nos mueve, no importa lo que hacemos, sino que los demás vean de nosotros solo lo que nos interesa, lo que sea políticamente aceptado por la sociedad. Y para esto hay dos soluciones: una es la de tapar la cámara y la otra la de normalizar ciertas cosas en la sociedad, para que no sea vergonzoso que se sepa lo que hago, para que deje de sentirme culpable por esto o por aquello.

    Pero, ¿está todo bien? ¿Vale todo? ¿Te has sentido alguna vez como el hijo pródigo cuando dice…?

    “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo” Lc 15:21

    La solución pasa por dar la cara, plantarle cara al mal, pero no provocando un mal mayor, sino volviendo al Padre, asumiendo el error y la culpa, y aceptando el abrazo que reconstruye a la persona rota.

    Afrontar el castigo y la humillación de su familia, será mejor que seguir bajando al abismo, siempre y cuando haya un Padre que te acoja. Esa es la esperanza del hijo de la parábola. Él, a pesar del mal, aún recuerda que hay un Padre capaz de devolverle la dignidad. Pero ¿qué pasa cuando dejamos de creer en ese Padre? ¿cuando nos creemos solos ante al mal del mundo o que podemos resolverlo por nuestra cuenta? ¿o cuando pensamos que lo que hemos hecho es imperdonable?

    Dios es siempre mayor que nuestro pecado, o dicho de otro modo, no podemos superar a Dios con nuestro pecado, el siempre gana si nos ponemos en sus manos.

    Y es que, lo bueno del Dios cristiano es que no es el dios de las cámaras espía sino el Dios del amor y la misericordia, el que envía a su Hijo a librarnos del poder del pecado con el perdón. El que hace una fiesta cada vez que vuelve un pecador arrepentido. Pero, ¡CUIDADO! el otro dios también existe, lo hemos creado nosotros, es el dios del hermano mayor, el Gran Hermano, que vigila y juzga los actos de su hermano, hoy con cámaras, para echárselo en cara, para creerse mejor y así ganar un premio que no se compra, que solo se puede recibir como regalo: el mismo abrazo del Padre que recibió el hermano menor.

  • Cuando no eres más que un personaje. Black Mirror 01×02

    Cuando no eres más que un personaje. Black Mirror 01×02

    Argumento

    En este caso nos trasladamos a un futuro en el que una clase social de humanos se encargan de producir energía pedaleando en bicis estáticas, como si se encontrasen en una sala de fitness. A cambio reciben «créditos» que pueden consumir para su vida diaria. Vida que se reduce a comer, dormir y pedalear, pero siempre con pantallas a la vista desde las que consumir productos audiovisuales a cambio de créditos. Cada persona tiene un avatar con el que interactúa con los contenidos y con otras personas. Cada uno vive en una habitación recubierta por pantallas, en la que solo cabe la cama.

    Junto a esta clase social hay otra inferior, que se encarga de la limpieza y mantenimiento, y al menos otra superior, que se encarga de desarrollar los contenidos audiovisuales. Los de las bicicletas sueñan con ganar un típico concurso de talentos donde se humilla a la gente que quiere subir de categoría.

    En ese contexto, el capítulo mostrará lo que pasa en las distintas clases y cómo cambiar de una a la otra. La actitud de cada uno en su clase social, la interacción con los contenidos audiovisuales y con otras personas reales. La manipulación social, el individualismo. Nuevas formas de esclavitud y explotación contemporáneas basadas en la influencia o el consumo de contenidos y la obtención de créditos

    ¿Cuál sería mi respuesta en estas situaciones?

    O mejor, ¿cuál está siendo mi respuesta en estas situaciones que ya ocurren hoy?

    Piénsalo. Descubre cómo de cerca estamos de esto en nuestro día a día ¿Cuántas de las cosas que se reflejan en el capítulo ya existen? La moneda virtual para comprar cosas virtuales, los concursos de talentos, la publicidad por la que has de pagar para que desaparezca, la pornografía, el aislamiento, la vida en colmenas, los influencers, el populismo…

    ¿Se puede relacionar con algo de la Biblia?

    La escena del concurso de talentos me recuerda al juicio de Jesús ante Pilatos. De alguna manera, para hacerse el inocente, deja que sea el pueblo el que decida sobre la suerte de Jesús. Algo aparentemente muy democrático y populista, salvo porque el pueble está totalmente manipulado. Se ha hecho con ellos un trabajo previo de adoctrinamiento mediante los contenidos que consumen, de forma que su voluntad es la del influencer, aunque este «se lave las manos» Al grito de ¡CRUCIFÍCALO! Pilatos se ve «obligado» a ceder. Igualmente el jurado del concurso «se debe» a su público y actúa sobre la vida de los concursantes con este poder. 

    Además, en el capítulo, como en el Evangelio, hay que acabar con el rebelde, y qué mejor manera que convertirlo en uno de los tuyos, ofrecerle un futuro «mejor». Con Jesús no funcionó, Pilatos le dio la oportunidad, pero la Verdad no se podía traicionar. En la serie, no pasa lo mismo. La sola humanidad no es tan fuerte. Ese futuro mejor no es otro que ser esclavo, pero de otra categoría, en este caso de tu público, ese que pedaleaba cada día en las bicicletas.

    «Entonces Pilato, para calmar a la multitud, dejó a Barrabás en libertad»

    Mc 15:13-15