Cuando amar deja de ser proteger, y pasa a ser confiar en que es otro el que protege
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Cuando amar deja de ser proteger, y pasa a ser confiar en que es otro el que protege

Es difícil alcanzar este tipo de amor Agapé, en lugar de eso confundimos el apego con el amor, y nos resistimos a que la persona a la que queremos se aleje de nosotros o de nuestros planes.

Este momento de renunciar a poseer a los hijos es muy duro para los padres, y actualmente más si es para optar por la vida religiosa, sin embargo, cuando la opción es la correcta, es fuente de mayor alegría para unos y otros, y un momento para madurar el amor.

El amor de Dios es de esta manera, un amor que nos da la libertad de equivocarnos, de rechazarlo, que no es posesivo, no es limitante. Y es un amor que exige asumir el dolor y la impotencia que genera el miedo a que las cosas no salgan bien, o no se hayan discernido lo suficiente, es en definitiva un amor que exige confiar en la otra persona y ponerla en manos de Dios. Por eso es un amor que se alimenta de la fe.

¿Te ha pasado alguna vez?

Sí, esto también me ha pasado. Y seguro que a ti también, y sino, te pasará. No solo en el tema de la vocación religiosa. El paso de abandonar la casa paterna lo ha de dar todo el mundo. Pero no solo eso, incluso cuando tenemos a personas o hasta proyectos bajo nuestra responsabilidad, podemos llegar a establecer un vínculo de pertenencia y posesión que habrá que romper cuanto antes para que la relación sea sana y fructífera y cada uno pueda ser quien de verdad es, y no una proyección de uno mismo.

¿A qué crees que puedes estar atado ahora mismo?, cosas o personas que quieres controlar para que no se tuerzan, no dejen de ser como hasta ahora, o según tus planes.

¿Te apetece investigar en la Biblia?

  • Mt 8:20 – Cuando los discípulos de Jesús piensan en seguirle, este les recuerda que no encontrarán dónde recostar la cabeza como lo encuentran los animales que tienen nidos o madrigueras. Seguir a Jesús es desapegarse de las propias seguridades y confiar solo en Dios. Pero con la promesa de que él siempre estará a nuestro lado.
  • Lc 2:51 – Hay varios momentos en que el Evangelio dice que María, guardaba lo que vivía en el corazón. Esta, en concreto, es tras el incidente en el templo, cuando los padres de Jesús toman conciencia de que un día habrán de dejar a Jesús que siga su misión.

¿Has pensado alguna vez en la vida religiosa?

¿Alguna de estas ataduras condiciona tu decisión? Si quieres saber más de los marianistas, puedes entrar en esta página sermarianista.org

 

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