Eres lo que tienes
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Eres lo que tienes

La película continúa y nos presenta la vida del protagonista: Paul Safraneck, interpretado por Matt Damon. Un americano de clase media que vive con su mujer en la casa de su madre para cuidarla. Es una persona abnegada y servicial, quizá por opción o quizá por las circunstancias. Eso lo tendrá que ir descubriendo él a lo largo de la película.

Comenzó la carrera de medicina pero la dejó para cuidar de su madre con fibromialgia. Finalmente trabaja en una empresa cárnica en el departamento de terapia ocupacional, cuidando la salud de los trabajadores.

Mientras, sus amigos ocupan puestos de mayor prestigio y remuneración y tanto él como su mujer se sienten señalados o mediocres en su círculo habitual de relaciones.

Esta presión social les hace sentirse infelices y buscar un cambio. La felicidad se convierte en algo del futuro, que se alcanza haciendo determinadas cosas, y con un poco de marketing, Paul se deja cautivar por lo que cree que será mejor para contentar a su mujer y poder ofrecerle lo que piensa que le hará feliz.

Y tú, ¿te sientes pequeño al lado de los demás?
¿crees que vales menos, que tu vida es mediocre?

Los carteles anuncian la puerta de la felicidad. Algo que has de hacer o pasar, en este caso someterte a la reducción física, para conservar tus bienes y que aumente su valor relativo.

¿Qué puertas has cruzado que ya no te permiten volver atrás? ¿qué has ganado y qué has perdido?
¿Cómo ha cambiado tu vida? ¿alguna te ha dado la felicidad?

Es curioso, pero Jesús también habla de puertas. Dice:

Yo soy la puerta: el que entre por esta puerta, se salvará

Juan 18:1-10

La promesa de Jesús es también muy ambiciosa, pero igual su comercial no ha conseguido ofrecer un producto tan bueno, porque son muy pocos los que eligen la puerta de Jesús. Quizá no sentimos que nos tengamos que salvar de nada.

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