Categoría: Una vida a lo grande

  • ¿Cómo es, de verdad, «Una vida a lo grande»?

    ¿Cómo es, de verdad, «Una vida a lo grande»?

    Te invito a recorrer la película «Una vida a lo grande» en 15 momentos, extrayendo frases, imágenes y reflexiones, que nos ayuden a adentrarnos en la propia vida, tratando de combinar la narración de la película con fragmentos o ideas del cristianismo para, de alguna forma, encontrar una metáfora actual y compartida, que nos ayude a comprender mejor las Escrituras y a aplicarlas a nuestra propia vida.

    Encontrarás temas como la búsqueda de la felicidad, la entrega, el compromiso, la pobreza y marginación, el discernimiento, la ecología y el amor entre otros.

    Avisos

    Te recomiendo que hayas visto primero la película o la vayas viendo a la vez que consultas las distintas entradas. Sin ver la película es posible que no entiendas nada y además tendrás algo de spoiler.

    Este material está pensado como una reflexión persona apoyada en una película, no como un cinefórum al uso ni como una clase de teología, por lo que, si te parece oportuno emplearlo en alguna dinámica grupal, te recomiendo que lo adaptes al público y las circunstancias, o lo emplees solo para coger ideas para el tema que quieras abordar con tu grupo..

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  • Nueva vida, nuevo horizonte

    Nueva vida, nuevo horizonte

    Finalmente Pual se adentra en el túnel, en la despedida Ngok Lan le regala su Biblia en vietnamita y Pual le hace notar que no la va a poder leer, a lo que Ngok Lan le contesta: – «palabras no importan, recuérdame».

    Sin embargo, esta vez no recorre el túnel entero, a los pocos pasos se da la vuelta y vuelve con Ngok Lan y los demás, que aguardan contemplando al túnel hasta el último momento, tal vez con la misma esperanza que el padre de la parábola del hijo pródigo.

    Una vez más, Paul vive el despojo de lo material, la maleta que llevaba queda sepultada en la cueva, solo sale él con la Biblia que le había regalado Ngok Lan momentos antes. Ahora sí, despojado de todo y habiendo elegido el amor, comienza una nueva vida.

    El viaje ahora no es a través de un túnel, es en avión, por encima de las nubes. Y, ahora sí, desde esa perspectiva dice Paul: – «y pensar que todo esto algún día…» (desaparecerá) y le contesta Ngok Lan: – «A lo mejor ahora entiendes lo que sentí yo al sobrevivir a caja de televisión. Cuando sabes que llega muerte, lo ves todo más de cerca». Ella hace tiempo que vive agradecida y en deuda con la vida. Al descubrir así tu vida como un regalo, eres capaz de darte a los demás.

    Nada más aterrizar van a visitar a los vecinos de la periferia. Van junto a los pequeños de los pequeños a llevarles comida, a ver cómo están. Está diluviando, así que entra solo Paul ya que Ngok Lan no puede caminar. Comienza a escucharse la música final de la banda sonora, la primera frase dice: «Ahora que estás a mi lado, nada me hace sentir pequeño». Todos podemos ser grandes y hacer grandes a los pequeños a través del amor.

    Y tú, ¿Crees que puedes encontrar la felicidad en el amor al prójimo? ¿y el prójimo en sentirse amado por Dios a través de ti?

    Jesús lo tiene claro:

    Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos … Hoy se cumple esta Escritura en vuestra presencia.

    Lucas 4:16-30

    Ya se cumple esta promesa desde el momento en que Jesús lo comenzó a hacer. Mucha gente lo ha continuado, pero si no lo continuamos también nosotros, nunca se culminará la obra del Reino de Dios.

  • ¿Quién soy de verdad?

    ¿Quién soy de verdad?

    Esta es la pregunta que persigue a Paul durante toda la película, la pregunta por el sentido «¿quién soy de verdad?» y hasta que no le de la respuesta correcta, no será feliz.

    La diferencia es que esta vez afronta la crisis bien acompañado. Ngok Lan está a su lado para escucharle, para hablarle y para dejarle toda libertad en contra de sus propios sentimientos hacia Paul.

    Ngok Lan tiene claro que debe volver con su gente de la periferia. Ya lleva demasiado tiempo lejos de ellos, sin embargo Paul no lo ve así, piensa en ellos dos y en su futuro juntos cuando le dice: «No puedes preocuparte por alguien a miles de kilómetros de aquí, tienes que ver las cosas con perspectiva».

    Precisamente, el ver las cosas con perspectiva es lo que hace falta para un buen discernimiento, el problema es dónde enfocas la cámara. De todas formas, sigue habiendo un trasfondo de generosidad en Paul: – «No tienen posibilidades, ninguno las tenemos, se acabó … es la única opción para la especie. El futuro de la humanidad está en ese agujero».

    Es muy representativo que el futuro de la humanidad esté en un agujero. Pero continúa diciendo: – «Esta gente está intentando hacer algo para ayudar a la humanidad y quiero ser parte de ello».

    Se trata de un noble y sincero deseo que busca negarse a sí mismo por un bien mayor. Está dispuesto a renunciar incluso a Ngok Lan. Sin embargo, al final se ve cuál era la verdadera preocupación: – «Si no voy a formar parte de todo esto, ¿qué estoy haciendo aquí? ¿por qué no me hice médico? ¿por qué me hice pequeño?».

    De pronto todas las piezas le encajan, todas las decisiones de su vida que le han traído aquí, le hacen pensar que este es su camino, pero sobre todo, siente que por primera vez su vida tiene sentido, y que si no lo hace, volverá a perder su identidad. En el fondo, su necesidad de responder a la pregunta de ¿Quién soy? le está llevando a la decisión de ir al agujero.

    Pero Ngok Lan conoce la respuesta a la pregunta y se la dice: – «Eres Paul Safranec, tú buen hombre». Dios nos diría «Tú eres mi hijo amado».

    Con todo, Paul decide emprender un nuevo viaje, dejarlo todo atrás de nuevo y adentrarse en el tercer túnel, uno que tampoco tiene luz al final y que además sabemos que no tiene salida, que es solo una cueva, un refugio, un Arca de Noé.

    Para responder a la pregunta sobre la propia identidad, puedes preguntarte, ¿qué dicen de ti tus actos?
    Y también, ¿de qué comunidad eres parte? ¿dónde está la gente que te importa, a quién dejas atrás y por qué?

    Jesús nos habla de dejarlo todo atrás:

    El que se aferre a su propia vida la perderá, y el que renuncie a su propia vida por mi causa la encontrará.

    Mateo 10:37-42

    La clave está en el «por mi causa». No por grandes ideales que no podemos alcanzar, sino por personas concretas a nuestro alrededor, en las que sabemos que está Jesús.

  • Salvar a la comunidad ideal

    Salvar a la comunidad ideal

    Este es el plan B de Jorgen. Se trata de un plan propio de una mente práctica, preservemos cuanto podamos para repoblar. Algo nada original que ya ideó Noé, o los que escribieron el relato y que habían llegado a la misma conclusión: así no podemos seguir, Dios mandará una extinción masiva pero preservará a unos pocos para reiniciar. Una vez más la técnica del informático.

    Así, en la comunidad primitiva construyeron durante muchos años una cueva, enorme para los pequeños, pero no tanto pensando en el tamaño de las personas normales, con capacidad para aguantar 8 mil años sin volver a la superficie.

    La tarde antes de ir a la cueva Jorgen dirige unas palabras a la comunidad en su particular «última cena». Les dice:

    «Debéis preguntaros si os sentís preparados para entrar en un nuevo mundo, ya que no habrá vuelta atrás»

    Esto fascina a Paul, que en el fondo sigue queriendo que su vida sea significativa para la humanidad, y ve aquí una opción interesante. Solo hay que encerrarse bajo tierra por el resto de la vida, con bastantes comodidades, en una comunidad de gente peculiar pero mayormente simpática. «Quédate en casa para salvar a la humanidad». También esto nos puede resonar mucho hoy.

    Pero ¿qué pasa con los que se quedan fuera, con los que no tienen casa a la que acudir? ¿renunciar a que se salven entra dentro del plan de Dios?

    ¿Lo único que podemos hacer es encerrarnos a salvo y esperar a que pase sin importar el resto de las personas?

    Para Jesús no es desde luego una opción perder a nadie, y hay infinidad de parábolas, oraciones y mensajes de Jesús que lo testifican. Basta pensar en qué hace con los leprosos a los que la ley dice que no te puedes acercar, o lo que sugiere con la parábola del buen samaritano, donde aclara que el sumo sacerdote y el levita hicieron lo que marca la ley, pero no lo que él habría hecho con un hombre malherido y tirado al borde de un camino. Y tantos otros. Como resumen nos dice:

    Vuestro Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños

    Mateo 18: 12-14
    ¿Cómo se siente ser uno de los animales afortunados que entran en el Arca de Noé? ¿y si piensas en los que se quedan fuera?
  • No hay esperanza

    No hay esperanza

    Hacemos un paréntesis para conocer a Jorgen Asbjørnsen y su visión del mundo, un mundo que tiene los días contados. Ya no cabe la esperanza. Jorgen consagró su vida para encontrar la solución reduciendo a la población, pero no ha llegado a tiempo y se lamenta con el siguiente discurso.

    «Es una cura de humildad, ¿eh? La naturaleza es un escultor de infinita paciencia, tallando un poquito cada día, despacio, despacio, durante miles de años para hacer algo tan maravillosamente hermoso, que desperdicio»

    «Una fuga de Metano en la Antártida amenaza con extinguir a la humanidad. El mundo ya ha vivido 5 grandes extinciones y ahora habrá otra, ninguno queríamos creerlo. El homo sapiens pronto desaparecerá de la tierra, ya es una certeza fáctica.»

    «No importa cómo llegue el fin: catástrofe medioambiental, pandemia, aire irrespirable, agua no potable, escasez de alimentos, invierno nuclear, alguna combinación de todo eso. Relativamente pronto la tierra se purgará a sí misma de la vida humana y Dios sabe de cuántas más especies.»

    Es curios lo actual y cercano que nos suena ahora este párrafo y lo lejano que podía parecer hace unos meses. La película es de 2017 y ya se barajaba la pandemia como posible amenaza para la raza humana.

    Y concluye:

    «No es una especie de mucho éxito el homo sapiens, incluso con su gran inteligencia apenas 200.000 años, el cocodrilo ha sobrevivido 200 millones de años con el cerebro del tamaño de una nuez.»

    Claramente ha perdido la esperanza, pero aún así, conserva un plan B para evitar la extinción.

    Y tú. ¿Te sientes pequeño ante los problemas del mundo?

    Jesús nos anima a tener fe. Sin embargo, muchos quieren ver en la catástrofe una intervención divina, un ajuste de cuentas, un Dios cabreado con la humanidad que quiere darnos una lección. Quizá nos puede venir a la mente el pasaje de Jesús en el templo cuando echa a los mercaderes a latigazos diciendo:

    Habéis convertido mi casa en una cueva de ladrones.

    Marcos 11:15-18
    ¿Crees que la pandemia es una reacción de Dios a nuestros actos?

    Es distinto denunciar que castigar, y además Jesús era hombre y por tanto estaba afectado por las emociones humanas: alegría tristeza, ira, etc. No así Dios, al que atribuimos estas cualidades proyectándonos a nosotros mismos en él y deseando nosotros que Dios haga estas cosas. Pero, ¿qué clase de Dios todo poderoso se deja influir por el ser humano aunque sea para moverlo a la venganza?

  • ¿Cuánto más tengo que esperar para ser feliz?

    ¿Cuánto más tengo que esperar para ser feliz?

    A pesar del viaje a la periferia, el tener que cargar con Ngok Lan supone un sacrificio demasiado grande para Paul. Dusan para ayudarle a librarse de Ngok Lan le propone a Paul hacer un viaje de varias semanas a Noruega.

    Muchas veces nos damos generosamente pero cuando llega el cansancio tratamos de librarnos de la carga que nos supone el prójimo. Es entonces cuando podemos volver a revisar nuestras motivaciones. Te has preguntado alguna vez…

    ¿Cuánto tardas en volver a pensar en ti?

    Sin embargo, cuando se lo están contando a Ngok Lan para despedirse, ella sale al paso con su habitual inocencia contando otra parte de su historia. La referente a la relación que estableció por carta con Jorgen Asbjørnsen el que descubrió la fórmula para hacerse pequeño. Cuando Jorgen conoció el caso de Ngok Lan, lo que habían hecho con ella dando un mal uso a la técnica que él había inventado, se sintió culpable y se interesó mucho por Ngok Lan y le apoyó. Desde entonces, ella siempre había querido ir a Noruega para conocerle en persona y darle las gracias, y ahora, en el viaje que se había inventado Dusan, se le abría esa posibilidad.

    «Siempre muy ocupada y ahora Dios me da el regalo de poder ir a Noruega» – Dice Ngok Lan entre sollozos de emoción que había esperado pacientemente ocupándose de los demás, que la tenían muy ocupada, en lugar de preocuparse por sus sueños y deseos y ahora Dios se los concedía como regalo inesperado. Una vida entregada a los demás y confiada en Dios.

    He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu promesa

    Lucas 1:26-38

    También Ngok Lan podría decirnos como el salmista:

    Espera en Dios que volverás a alabarlo

    Salmo 41
    Y tú, ¿reconoces en tu historia la mano de Dios?

    Jesús nos anima a tener una fe como la de Ngok Lan que no hay montaña que se le resista ni problema lo bastante grande como para que deje de luchar. Por eso nos dice:

    Si tuvierais fe como un grano de mostaza, moveríais montañas

    Mateo 17:28

    Y seríamos felices.

  • ¿Cómo pueden ser felices?

    ¿Cómo pueden ser felices?

    La vida dentro del contenedor asombra a Paul. Hacinados, sin luz natural, sin recursos, como en una gran cárcel. Este es el mundo en el que vive Ngok Lan, que con una pierna ortopédica va todos los días a trabajar y vuelve con comida y medicinas que ha ido recogiendo durante el día de las casas que ha ido limpiando. Al llegar recorre todo el contenedor de arriba a abajo por escaleras visitando a los más enfermos y débiles para llevarles los medicamentos y la comida que ha conseguido. Ella es consciente de que no es gran cosa, pero es todo lo que puede hacer y lo hace.

    El motivo de traer a Paul hasta aquí era el de atender a una mujer que se estaba muriendo. Paul no es médico, dejó la carrera por cuidar a su madre, y eso le sigue pesando, cree que no puede hacer nada por esa señora, pero Ngok Lan sabe que lo que necesita la mujer sí se lo puede dar:

    «Ella muere pronto, yo con ella cuando muere, muy malo morir solo» – dice Ngok Lan. Y continúa: «Haz como si fueras doctor, haz sentir bien».

    Simplemente haz que la otra persona se sienta bien, que sienta que no está sola en su sufrimiento. Mira cómo se aman y aprende cómo es posible que sean felices.

    Paul ha ido para arreglarle la prótesis a Ngok Lan, pero manipulándola se rompe del todo y ya no la puede usar. A partir de ese momento Paul tendrá literalmente que cargar con ella y hacer lo que ella hacía para no desatender a esta gente.

    Es curioso también como dentro de la rutina diaria de Ngok Lan está el ir a la iglesia a rezar al acabar de ayudar a todos los vecinos.

    ¿Tienes una vida dura y complicada? ¿No tienes tiempo para los demás ni para Dios?
    ¿Te resulta difícil trabajar sin obtener nada a cambio, ni el agradecimiento?

    Quizá solo con levantar la vista podamos hacer un gran cambio. La exaltación del yo nos ha trastornado. Jesús no se anda con medias tintas, lo dice claro:

    Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme

    Mateo 16:24

  • Hay luz al final de este túnel

    Hay luz al final de este túnel

    A lo largo de la película Paul se enfrenta a 3 túneles que le llevan a 3 mundos distintos. El primero, el del hospital para hacerse pequeño, y ahora este segundo que le lleva al verdadero mundo de los pequeños, el de los pobres. En la periferia de Ociolandia, atravesando el muro de contención, ya fuera de ese mundo, en los contenedores de la obra de construcción de Ociolandia, viven hacinados, los más pobres de este mundo de pequeños.

    La película dedica unos minutos a hacer todo el recorrido desde el apartamento de Paul hasta el contenedor, bajando poco a poco de estrato social, mostrando rostros y entornos pertenecientes a otras realidades, a otros mundos, dentro del mismo mundo de Ociolandia. Como ya no hay con qué compararlo, ya no sabes si estás en el mundo de los grandes o de los pequeños, las desigualdades son iguales. Lo curioso es que, de los tres túneles, este es el único que muestra una gran luz al final, singo de esperanza, y vida.

    Este viaje es una ruptura para Paul, que va arrastrado por Ngok Lan hacia su gente.

    ¿Te atreves a viajar a la periferia de tu mundo?

    El llevarnos hacia los pobres, hacia los pequeños de nuestro mundo, es una insistencia continua en Jesús. Es más, nos dice que:

    Lo que hicisteis por uno de mis pequeños, por mí lo hicisteis.

    Mateo 25:40

    Quizá esta es la única frase de toda la Biblia que deberíamos aceptar de forma más literal los cristianos.

  • Ante tanto sufrimiento…

    Ante tanto sufrimiento…

    En medio de su miseria, Paul sigue siendo el mismo, aquel que se preocupa por los demás olvidándose de sí mismo, por eso en cuanto ve entrar a Ngok Lan en casa de Dusan la reconoce y se interesa por ella.

    Ngok Lan es una vietnamita a la que encarcelaron por manifestarse en contra de la construcción de la presa que anegó su pueblo. En la cárcel la hicieron pequeña contra su voluntad. Consiguió viajar a Estados Unidos escondida en la caja de un televisor junto a otros que murieron en el viaje. Solo ella sobrevivió pero perdió una pierna. Ahora en Ociolandia, como es pobre, lleva una empresa de limpieza de casas.

    Dusan se burla de su situación y del «sueño americano» donde los inmigrantes huyen de su país en busca de nuevas oportunidades, que se traducen en los trabajos que los americanos no quieren hacer.

    Pero Paul no hace caso a eso, en lugar de eso muestra su verdadera identidad «me duele verte sufrir innecesariamente, después de lo que has pasado» Podemos ver a Jesús detrás de esa frase, conmoviéndose del sufrimiento de los más pequeños. Paul aplica sus conocimientos de terapia ocupacional para revisar la pierna de Ngok Lan.

    Ha olvidado su miseria, su mediocridad, sus problemas, de sí ha salido un impulso que le ha llevado hacia la otra persona hacia quien está sufriendo.

    Y tú, ¿qué te sientes llamado a hacer? ¿alguna vez has sentido este impulso que te saca de ti mismo?

    Tal vez tu vocación en la vida está por ahí

    ¿Qué sabes hacer sin esfuerzo? y, sobre todo, ¿para quién lo haces?

    Muchas veces nuestros talentos los agotamos en nosotros mismos. El secreto no está solo en hacer aquello a lo que nos sentimos llamados, sino además hacerlo para aquel que nos necesita.

    Jesús también vive esta moción, esta compasión que le saca de sí mismo y le lleva al otro en cada uno de los milagros. Por ejemplo aquí:

    Jesús se compadeció de ellos y les tocó los ojos. Al instante recobraron la vista.

    Mateo 28:34

    Casi podríamos decir que el milagro se produce cuando surge la compasión, más que cuando toca los ojos. De hecho, tocarle los ojos a una persona es muy fácil, cualquiera lo podemos hacer, sin embargo, com-padecer-nos, padecer con el que padece sinceramente y desde lo profundo, eso es mucho más complicado y puede llevar intrínseco el milagro.

  • Nada de esto me llena

    Nada de esto me llena

    Por si la humillación aún no había sido suficiente, vemos que Paul aún puede caer más bajo. Toma conciencia de que el mundo de Ociolandia ni siquiera le ofrece placeres que merezcan la pena: fiestas, compañía, lujo, ausencia de compromiso… Eso que a Dusan le sirve, a él se le queda corto y le hace sentirse más miserable aún.

    «Al hacerte pequeño en Ociolandia, si eras pobre te conviertes en rico, pero si eras muy pobre, entonces solo serás pequeño» – Dice Joris, otro amigo de Dusan. Una metáfora magnífica de la miseria. Los que no tienen nada son simplemente más pequeños que los demás.

    Una vez tocado fondo literalmente, con la cara en la alfombra y debajo de la mesa, comienza un camino para recuperar la humanidad. No solo dejó lo material, también cualquier rastro de dignidad. Es el momento en que surgen las preguntas:

    ¿Quién eres? ¿eres pequeño? ¿eres un vago? ¿eres patético?

    Echando la vista atrás, podemos observar los caminos recorridos

    ¿Cuántas cosas has hecho para ser feliz? ¿eres feliz? ¿o has tocado fondo?

    Jesús se encuentra con mucha gente así, que buscan sinceramente hacer las cosas bien, con motivaciones relativamente buenas, pero con poco acierto a la hora de la práctica. Así le preguntó una vez una de estas personas a Jesús:

    Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?

    Mateo 19:16-22

    En momentos así estamos más receptivos a hacer la pregunta y a escuchar la respuesta. Luego habrá que tomar las decisiones adecuadas y sostenerlas, pero lo que está claro es que si me siento colmado, autosuficiente, saciado… no buscaré a Jesús.