05 Jun No hay esperanza
Hacemos un paréntesis para conocer a Jorgen Asbjørnsen y su visión del mundo, un mundo que tiene los días contados. Ya no cabe la esperanza. Jorgen consagró su vida para encontrar la solución reduciendo a la población, pero no ha llegado a tiempo y se lamenta con el siguiente discurso.
«Es una cura de humildad, ¿eh? La naturaleza es un escultor de infinita paciencia, tallando un poquito cada día, despacio, despacio, durante miles de años para hacer algo tan maravillosamente hermoso, que desperdicio»
«Una fuga de Metano en la Antártida amenaza con extinguir a la humanidad. El mundo ya ha vivido 5 grandes extinciones y ahora habrá otra, ninguno queríamos creerlo. El homo sapiens pronto desaparecerá de la tierra, ya es una certeza fáctica.»
«No importa cómo llegue el fin: catástrofe medioambiental, pandemia, aire irrespirable, agua no potable, escasez de alimentos, invierno nuclear, alguna combinación de todo eso. Relativamente pronto la tierra se purgará a sí misma de la vida humana y Dios sabe de cuántas más especies.»
Es curios lo actual y cercano que nos suena ahora este párrafo y lo lejano que podía parecer hace unos meses. La película es de 2017 y ya se barajaba la pandemia como posible amenaza para la raza humana.
Y concluye:
«No es una especie de mucho éxito el homo sapiens, incluso con su gran inteligencia apenas 200.000 años, el cocodrilo ha sobrevivido 200 millones de años con el cerebro del tamaño de una nuez.»
Claramente ha perdido la esperanza, pero aún así, conserva un plan B para evitar la extinción.
Y tú. ¿Te sientes pequeño ante los problemas del mundo?
Jesús nos anima a tener fe. Sin embargo, muchos quieren ver en la catástrofe una intervención divina, un ajuste de cuentas, un Dios cabreado con la humanidad que quiere darnos una lección. Quizá nos puede venir a la mente el pasaje de Jesús en el templo cuando echa a los mercaderes a latigazos diciendo:
Habéis convertido mi casa en una cueva de ladrones.
Marcos 11:15-18
¿Crees que la pandemia es una reacción de Dios a nuestros actos?
Es distinto denunciar que castigar, y además Jesús era hombre y por tanto estaba afectado por las emociones humanas: alegría tristeza, ira, etc. No así Dios, al que atribuimos estas cualidades proyectándonos a nosotros mismos en él y deseando nosotros que Dios haga estas cosas. Pero, ¿qué clase de Dios todo poderoso se deja influir por el ser humano aunque sea para moverlo a la venganza?
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