Etiqueta: venganza

  • No hay esperanza

    No hay esperanza

    Hacemos un paréntesis para conocer a Jorgen Asbjørnsen y su visión del mundo, un mundo que tiene los días contados. Ya no cabe la esperanza. Jorgen consagró su vida para encontrar la solución reduciendo a la población, pero no ha llegado a tiempo y se lamenta con el siguiente discurso.

    «Es una cura de humildad, ¿eh? La naturaleza es un escultor de infinita paciencia, tallando un poquito cada día, despacio, despacio, durante miles de años para hacer algo tan maravillosamente hermoso, que desperdicio»

    «Una fuga de Metano en la Antártida amenaza con extinguir a la humanidad. El mundo ya ha vivido 5 grandes extinciones y ahora habrá otra, ninguno queríamos creerlo. El homo sapiens pronto desaparecerá de la tierra, ya es una certeza fáctica.»

    «No importa cómo llegue el fin: catástrofe medioambiental, pandemia, aire irrespirable, agua no potable, escasez de alimentos, invierno nuclear, alguna combinación de todo eso. Relativamente pronto la tierra se purgará a sí misma de la vida humana y Dios sabe de cuántas más especies.»

    Es curios lo actual y cercano que nos suena ahora este párrafo y lo lejano que podía parecer hace unos meses. La película es de 2017 y ya se barajaba la pandemia como posible amenaza para la raza humana.

    Y concluye:

    «No es una especie de mucho éxito el homo sapiens, incluso con su gran inteligencia apenas 200.000 años, el cocodrilo ha sobrevivido 200 millones de años con el cerebro del tamaño de una nuez.»

    Claramente ha perdido la esperanza, pero aún así, conserva un plan B para evitar la extinción.

    Y tú. ¿Te sientes pequeño ante los problemas del mundo?

    Jesús nos anima a tener fe. Sin embargo, muchos quieren ver en la catástrofe una intervención divina, un ajuste de cuentas, un Dios cabreado con la humanidad que quiere darnos una lección. Quizá nos puede venir a la mente el pasaje de Jesús en el templo cuando echa a los mercaderes a latigazos diciendo:

    Habéis convertido mi casa en una cueva de ladrones.

    Marcos 11:15-18
    ¿Crees que la pandemia es una reacción de Dios a nuestros actos?

    Es distinto denunciar que castigar, y además Jesús era hombre y por tanto estaba afectado por las emociones humanas: alegría tristeza, ira, etc. No así Dios, al que atribuimos estas cualidades proyectándonos a nosotros mismos en él y deseando nosotros que Dios haga estas cosas. Pero, ¿qué clase de Dios todo poderoso se deja influir por el ser humano aunque sea para moverlo a la venganza?

  • Cuando rompes el último límite. Black Mirror 04×06 Museo negro

    Cuando rompes el último límite. Black Mirror 04×06 Museo negro

    Argumento

    Por el desarrollo del capítulo, este podría haber sido el cierre de la serie, pues acaba haciendo un guiño a todos los capítulos anteriores, enlazándolos en un museo macabro de herramientas para la tortura y el asesinato. De esta forma recoge el argumento general. Mostrando como hilo conductor una última historia que vuelve sobre el tema de la separación de la mente humana, de la conciencia o los sentimientos, y las posibilidades que esto abre. Vemos como lo que podría haber sido un buen avance, deriva enseguida en algo descontrolado pues abre posibilidades para las que el hombre no está preparado. El árbol del conocimiento, de las sensaciones, de las emociones, como en el Edén, tientan cada vez que se nos ponen delante como un torrente de posibilidades por explotar.

    ¿Dónde está el límite?

    No importa dónde esté, HAY QUE ROMPERLO! Esta es la naturaleza humana, no detenerse frente a ninguna barrera, ir siempre más allá. Estamos hechos a imagen de Dios y somos creadores y poderosos, no lo podemos evitar. Esto es lo que la serie, de alguna forma, ha ido transmitiendo. El único límite que puede haber es la propia voluntad de cada ser humano, de ORIENTAR en vez de LIMITAR sus propios actos hacia una evolución moral pareja a la científica dedicada al bien del prójimo, a continuar la obra creadora iniciada por Dios.

    Sin embargo, la serie parte del quebrantamiento de la parte moral como la realidad en la que estamos, y desde ahí, vemos lo fácil que es construir un futuro tecnológico lleno de atrocidades, hasta alcanzar la última frontera, la de separar cuerpo y alma y trasplantar esta a otros cuerpos, a otras cárceles para torturarla durante toda la eternidad.

    Ya Platón sentía una gran carga con el cuerpo, como la cárcel del alma que le limitaba, que le impedía ser quién de verdad quería ser. También Pablo lo percibe:

    «No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero… Según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros… Con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado» Rm 7:19-25

    Sin embargo la persona es completa y se mantiene en equilibrio gracias a la unión de cuerpo y mente y la tensión entre ambas. Cuando al relacionarnos olvidamos una de las dos dimensiones, entramos en desequilibrio y surgen las complicaciones.

    Y hablando de desequilibrio y de espíritus disociados, o en cuerpos que no corresponden, cuando en el Evangelio se habla de endemoniados, se dice que tienen uno o varios espíritus que no corresponden. El endemoniado de Gerasa le contesta a Jesús «Me llamo Legión, porque somos muchos» Mc 5:1-20 poco después Jesús hará un trasplante de espíritus del endemoniado, a una piara de cerdos. El endemoniado es el que está dividido, fragmentado en su interior, sin correspondencia entre cuerpo y mente.

    ¿Iremos al infierno?

    No lo sé, pero construirlo lo vamos construyendo, sin duda. Igual que hay mucha gente dedicada activa y pasivamente a la construcción del reino de Dios. También son muchos los que activa o pasivamente van forjando el infierno tal y como se ve en la serie, y se lo desean a otras personas.

    Si estuviera en la mano de la gente enviar a otros al infierno, lo harían como ocurre en la serie: una tortura infinita donde todo sea llanto y rechinar de dientes. Es el hombre, no Dios quien persigue este infierno, quien cree merecerlo o quien se cree en la potestad de condenar a otros a vivirlo. «Si te portas mal irás al infierno» No creo que sea una consecuencia por la bondad de nuestros actos. Sin embargo, con nuestra falta de amor vivimos más o menos inmersos en un infierno y sumergimos a otros en él o los rescatamos. Todo el que sufre el llanto y el rechinar de dientes en vida está de alguna manera inmerso en un pequeño infierno fruto de las imperfecciones propias y ajenas.

    Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me disteis alojamiento; necesité ropa, y me vestisteis; estuve enfermo, y me atendisteis; estuve en la cárcel, y me visitasteis”. Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o falto de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?” El Rey les responderá: “Os aseguro que todo lo que hicisteis por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, por mí lo hicisteis”. Mt 5:35-45

    En nuestras manos está y ha estado siempre la opción de construir el reino de Dios, o bien de construir el infierno. ¿Por qué no elegir bien si somos tan libres e inteligentes?

  • Cuando el ojo por ojo se nos va de las manos. Black Mirror 02×03

    Cuando el ojo por ojo se nos va de las manos. Black Mirror 02×03

    Argumento

    En este caso Black Mirror nos plantea en «Oso Blanco» un nuevo tipo de condena que en lugar de sentenciar a muerte, condena a tortura perpetua, a probar de «la propia medicina» y además lo convierte en espectáculo que todos puedan contemplar y disfrutar, para aumentar el castigo y saciar la sed de «justicia» o más bien de venganza. Se trata de un mundo interactivo, en que la población toma parte en todos los acontecimientos, por tanto, ante un delito, se vuelcan con la víctima sobre el agresor, creyéndose con autoridad suficiente como para juzgar y condenar al prójimo.

    ¿Nos queda muy lejos este mundo?

    Hoy en día, con las redes sociales, tomar partido en los juicios es lo normal. En cuanto un crimen salta a las noticias, gran parte de la sociedad comienza a juzgar y condenar, en función de lo que digan los demás, o lo que digan los influencers, o lo que me nazca en ese momento. Y el juicio es además sin misericordia alguna, pues el juez no pone nada en juego, a través de su teléfono puede destrozar a quien haga falta.

    ¿Es esta la justicia que queremos, la del clamor popular que está sediento de venganza?

    Cuando alguien nos hace sufrir, la reacción natural es desearle el mismo sufrimiento, tal vez, en el fondo, para que me comprenda, para que se ponga en mi lugar, y vea que fue un error hacer eso. Pero, en realidad, si yo lo he pasado mal de verdad ¿Por qué deseo que más gente pase por lo mismo? Convertirme en un nuevo foco de dolor ¿hace bien a alguien? ¿Construye o destruye?

    ¿Qué nos hace más humanos: odiar o amar?

    La persona, cada vez más, puede preferir la muerte a la tortura, pero con este sistema, la muerte se ve como una huida de la justicia, que busca castigar ¿Es esa la justicia que queremos que nos apliquen a nosotros? ¿es esa la justicia que esperamos de Dios: una fuerza todopoderosa que desde una nube nos torture cada vez que hacemos algo mal? ¿O para eso sí queremos misericordia?

    … Y hablando de Dios ¿qué dice Jesús de todo esto?

    Pues es cierto que los judíos en la ley, la Torá tenían prescrita la justicia como «ojo por ojo» sin embargo, esa es una de las cosas que Jesús quiso aclarar. 

    • Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente.” Pero yo os digo: No resistáis al que os haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Mt 5:38-39

    Pero no se queda solo en anular la venganza, Jesús va mucho más allá en los siguientes versículos:

    • Habéis oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.” Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por quienes os persiguenpara que seáis hijos de vuestro Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. Si amáis solamente a quienes os aman, ¿qué recompensa recibiréis? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? Y si solamente saludáis a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles? Por tanto, sed perfectos, así como vuestro Padre celestial es perfecto. Mt 5:43-48

     

    Mientras nosotros pensamos en la venganza, en destruir al que nos ha hecho daño, Jesús nos habla de construir el Reino de Dios, de amar al que no es amable, al que me ha hecho daño, y lo hace con argumentos lógicos: los malos también aman a sus amigos ¿somos igual que los malos? Al final va a resultar que sí. Pero podemos ser más, podemos aspirar a ser perfectos a imagen del Dios que nos creó. A eso es a lo que aspiramos. ¿Podemos llegar ahí sin esfuerzo, sin renuncia, sin dolor?