Cuando renuncias a tu ser, por ser más realista
356
post-template-default,single,single-post,postid-356,single-format-standard,bridge-core-3.0.7,qi-blocks-1.1,qodef-gutenberg--no-touch,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,vertical_menu_enabled,qode-title-hidden,side_area_uncovered_from_content,qode-child-theme-ver-1.0.0,qode-theme-ver-29.5,qode-theme-bridge,disabled_footer_top,disabled_footer_bottom,qode_header_in_grid,elementor-default,elementor-kit-835

Cuando renuncias a tu ser, por ser más realista

En la película de Vaiana ya vimos la preocupación por ver «quién soy de verdad» poco más quedaba por decir. Sin embargo, en esta otra película el enfoque no es tanto saber quien soy, sino, no dejar de serlo con la edad y las circunstancias.

Las pasiones de juventud pueden parecer nuestro ser auténtico que se va perdiendo conforme la vida te va dando golpes y vas madurando. Pero al igual que a la fruta no la maduran los golpes sino el sol, también a la persona le pasa lo mismo. Los sueños de la juventud, no han de desaparecer sino madurar con la persona, y esto es lo que pasará con la protagonista, cuyo personaje aparece más mayor que en la primera película y con una serie de responsabilidades y circunstancias adultas que le harán dudar de la identidad que adquirió de pequeña.

Su amigo el sombrerero se lo recalcará diciéndole «tú no eres tú, no sé quien eres, no te reconozco» en otras palabras, has perdido tu identidad, has perdido el amor primero, el espíritu que te movía y que entregabas a los demás. Absolem por su parte la dará la clave: «has estado fuera demasiado tiempo» ese fuera lo podemos leer como alejada de ti, de lo que eres.

«Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos» Mt 18:3

¿Cómo se consigue lo imposible?

Creyendo que sí es posible. Pero no con fantasías, sino desde el análisis de las posibilidades a tu alcance, buscando otros caminos, y descubriendo si el problema en cuestión es realmente imposible, o es que está mal planteado. Esto se puede ver en la película, donde lo que es humanamente posible se hace y lo que no lo es se asume con la paz de saber que no está en la mano de uno conseguirlo.

Y aun así, para los cristianos hay un peldaño más de esperanza, pues sabemos que:

«Para Dios nada es imposible» Lc 1:37

Algunas citas bíblicas a la luz de la película

  • Lc 24:21 – Los discípulos de Emaús experimentan también el desaliento de la razón. Cuando los acontecimientos pesan más que la fe, los discípulos pierden su identidad de discípulos del mesías y pasan a ser personas estafadas. Aquello en lo que creían se ha derrumbado.
  • Mt 16:23 – La reacción de Jesús al rechazar a Pedro con la frase «aléjate de mí Satanás» me recuerda a la reacción del sombrerero con Alicia. Ya no eres tú, la identidad que Dios te había dado ya no la conservas, así que tu nueva identidad, si no vienen de Dios, viene del «maligno» porque has renunciado a la fe.
  • Mc 9:23 – No solo podemos afirmar que para Dios nada es imposible, sino que también dice Jesús, que para el que cree, nada es imposible. ¿Realmente tenemos esta fe?

¿Algo se mueve?

¿Cómo va puliéndose tu identidad a través de los años? ¿Has perdido el amor primero, la llamada inicial? Quizá sea bueno dedicar algo de tiempo a recordar los sueños y proyectos de la infancia y ver si han madurado o se han eliminado para dejar paso a la razón pura.

No Comments

Post A Comment