Etiqueta: amor

  • Nueva vida, nuevo horizonte

    Nueva vida, nuevo horizonte

    Finalmente Pual se adentra en el túnel, en la despedida Ngok Lan le regala su Biblia en vietnamita y Pual le hace notar que no la va a poder leer, a lo que Ngok Lan le contesta: – «palabras no importan, recuérdame».

    Sin embargo, esta vez no recorre el túnel entero, a los pocos pasos se da la vuelta y vuelve con Ngok Lan y los demás, que aguardan contemplando al túnel hasta el último momento, tal vez con la misma esperanza que el padre de la parábola del hijo pródigo.

    Una vez más, Paul vive el despojo de lo material, la maleta que llevaba queda sepultada en la cueva, solo sale él con la Biblia que le había regalado Ngok Lan momentos antes. Ahora sí, despojado de todo y habiendo elegido el amor, comienza una nueva vida.

    El viaje ahora no es a través de un túnel, es en avión, por encima de las nubes. Y, ahora sí, desde esa perspectiva dice Paul: – «y pensar que todo esto algún día…» (desaparecerá) y le contesta Ngok Lan: – «A lo mejor ahora entiendes lo que sentí yo al sobrevivir a caja de televisión. Cuando sabes que llega muerte, lo ves todo más de cerca». Ella hace tiempo que vive agradecida y en deuda con la vida. Al descubrir así tu vida como un regalo, eres capaz de darte a los demás.

    Nada más aterrizar van a visitar a los vecinos de la periferia. Van junto a los pequeños de los pequeños a llevarles comida, a ver cómo están. Está diluviando, así que entra solo Paul ya que Ngok Lan no puede caminar. Comienza a escucharse la música final de la banda sonora, la primera frase dice: «Ahora que estás a mi lado, nada me hace sentir pequeño». Todos podemos ser grandes y hacer grandes a los pequeños a través del amor.

    Y tú, ¿Crees que puedes encontrar la felicidad en el amor al prójimo? ¿y el prójimo en sentirse amado por Dios a través de ti?

    Jesús lo tiene claro:

    Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos … Hoy se cumple esta Escritura en vuestra presencia.

    Lucas 4:16-30

    Ya se cumple esta promesa desde el momento en que Jesús lo comenzó a hacer. Mucha gente lo ha continuado, pero si no lo continuamos también nosotros, nunca se culminará la obra del Reino de Dios.

  • ¿Quién soy de verdad?

    ¿Quién soy de verdad?

    Esta es la pregunta que persigue a Paul durante toda la película, la pregunta por el sentido «¿quién soy de verdad?» y hasta que no le de la respuesta correcta, no será feliz.

    La diferencia es que esta vez afronta la crisis bien acompañado. Ngok Lan está a su lado para escucharle, para hablarle y para dejarle toda libertad en contra de sus propios sentimientos hacia Paul.

    Ngok Lan tiene claro que debe volver con su gente de la periferia. Ya lleva demasiado tiempo lejos de ellos, sin embargo Paul no lo ve así, piensa en ellos dos y en su futuro juntos cuando le dice: «No puedes preocuparte por alguien a miles de kilómetros de aquí, tienes que ver las cosas con perspectiva».

    Precisamente, el ver las cosas con perspectiva es lo que hace falta para un buen discernimiento, el problema es dónde enfocas la cámara. De todas formas, sigue habiendo un trasfondo de generosidad en Paul: – «No tienen posibilidades, ninguno las tenemos, se acabó … es la única opción para la especie. El futuro de la humanidad está en ese agujero».

    Es muy representativo que el futuro de la humanidad esté en un agujero. Pero continúa diciendo: – «Esta gente está intentando hacer algo para ayudar a la humanidad y quiero ser parte de ello».

    Se trata de un noble y sincero deseo que busca negarse a sí mismo por un bien mayor. Está dispuesto a renunciar incluso a Ngok Lan. Sin embargo, al final se ve cuál era la verdadera preocupación: – «Si no voy a formar parte de todo esto, ¿qué estoy haciendo aquí? ¿por qué no me hice médico? ¿por qué me hice pequeño?».

    De pronto todas las piezas le encajan, todas las decisiones de su vida que le han traído aquí, le hacen pensar que este es su camino, pero sobre todo, siente que por primera vez su vida tiene sentido, y que si no lo hace, volverá a perder su identidad. En el fondo, su necesidad de responder a la pregunta de ¿Quién soy? le está llevando a la decisión de ir al agujero.

    Pero Ngok Lan conoce la respuesta a la pregunta y se la dice: – «Eres Paul Safranec, tú buen hombre». Dios nos diría «Tú eres mi hijo amado».

    Con todo, Paul decide emprender un nuevo viaje, dejarlo todo atrás de nuevo y adentrarse en el tercer túnel, uno que tampoco tiene luz al final y que además sabemos que no tiene salida, que es solo una cueva, un refugio, un Arca de Noé.

    Para responder a la pregunta sobre la propia identidad, puedes preguntarte, ¿qué dicen de ti tus actos?
    Y también, ¿de qué comunidad eres parte? ¿dónde está la gente que te importa, a quién dejas atrás y por qué?

    Jesús nos habla de dejarlo todo atrás:

    El que se aferre a su propia vida la perderá, y el que renuncie a su propia vida por mi causa la encontrará.

    Mateo 10:37-42

    La clave está en el «por mi causa». No por grandes ideales que no podemos alcanzar, sino por personas concretas a nuestro alrededor, en las que sabemos que está Jesús.

  • ¿Cómo pueden ser felices?

    ¿Cómo pueden ser felices?

    La vida dentro del contenedor asombra a Paul. Hacinados, sin luz natural, sin recursos, como en una gran cárcel. Este es el mundo en el que vive Ngok Lan, que con una pierna ortopédica va todos los días a trabajar y vuelve con comida y medicinas que ha ido recogiendo durante el día de las casas que ha ido limpiando. Al llegar recorre todo el contenedor de arriba a abajo por escaleras visitando a los más enfermos y débiles para llevarles los medicamentos y la comida que ha conseguido. Ella es consciente de que no es gran cosa, pero es todo lo que puede hacer y lo hace.

    El motivo de traer a Paul hasta aquí era el de atender a una mujer que se estaba muriendo. Paul no es médico, dejó la carrera por cuidar a su madre, y eso le sigue pesando, cree que no puede hacer nada por esa señora, pero Ngok Lan sabe que lo que necesita la mujer sí se lo puede dar:

    «Ella muere pronto, yo con ella cuando muere, muy malo morir solo» – dice Ngok Lan. Y continúa: «Haz como si fueras doctor, haz sentir bien».

    Simplemente haz que la otra persona se sienta bien, que sienta que no está sola en su sufrimiento. Mira cómo se aman y aprende cómo es posible que sean felices.

    Paul ha ido para arreglarle la prótesis a Ngok Lan, pero manipulándola se rompe del todo y ya no la puede usar. A partir de ese momento Paul tendrá literalmente que cargar con ella y hacer lo que ella hacía para no desatender a esta gente.

    Es curioso también como dentro de la rutina diaria de Ngok Lan está el ir a la iglesia a rezar al acabar de ayudar a todos los vecinos.

    ¿Tienes una vida dura y complicada? ¿No tienes tiempo para los demás ni para Dios?
    ¿Te resulta difícil trabajar sin obtener nada a cambio, ni el agradecimiento?

    Quizá solo con levantar la vista podamos hacer un gran cambio. La exaltación del yo nos ha trastornado. Jesús no se anda con medias tintas, lo dice claro:

    Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme

    Mateo 16:24

  • Ante tanto sufrimiento…

    Ante tanto sufrimiento…

    En medio de su miseria, Paul sigue siendo el mismo, aquel que se preocupa por los demás olvidándose de sí mismo, por eso en cuanto ve entrar a Ngok Lan en casa de Dusan la reconoce y se interesa por ella.

    Ngok Lan es una vietnamita a la que encarcelaron por manifestarse en contra de la construcción de la presa que anegó su pueblo. En la cárcel la hicieron pequeña contra su voluntad. Consiguió viajar a Estados Unidos escondida en la caja de un televisor junto a otros que murieron en el viaje. Solo ella sobrevivió pero perdió una pierna. Ahora en Ociolandia, como es pobre, lleva una empresa de limpieza de casas.

    Dusan se burla de su situación y del «sueño americano» donde los inmigrantes huyen de su país en busca de nuevas oportunidades, que se traducen en los trabajos que los americanos no quieren hacer.

    Pero Paul no hace caso a eso, en lugar de eso muestra su verdadera identidad «me duele verte sufrir innecesariamente, después de lo que has pasado» Podemos ver a Jesús detrás de esa frase, conmoviéndose del sufrimiento de los más pequeños. Paul aplica sus conocimientos de terapia ocupacional para revisar la pierna de Ngok Lan.

    Ha olvidado su miseria, su mediocridad, sus problemas, de sí ha salido un impulso que le ha llevado hacia la otra persona hacia quien está sufriendo.

    Y tú, ¿qué te sientes llamado a hacer? ¿alguna vez has sentido este impulso que te saca de ti mismo?

    Tal vez tu vocación en la vida está por ahí

    ¿Qué sabes hacer sin esfuerzo? y, sobre todo, ¿para quién lo haces?

    Muchas veces nuestros talentos los agotamos en nosotros mismos. El secreto no está solo en hacer aquello a lo que nos sentimos llamados, sino además hacerlo para aquel que nos necesita.

    Jesús también vive esta moción, esta compasión que le saca de sí mismo y le lleva al otro en cada uno de los milagros. Por ejemplo aquí:

    Jesús se compadeció de ellos y les tocó los ojos. Al instante recobraron la vista.

    Mateo 28:34

    Casi podríamos decir que el milagro se produce cuando surge la compasión, más que cuando toca los ojos. De hecho, tocarle los ojos a una persona es muy fácil, cualquiera lo podemos hacer, sin embargo, com-padecer-nos, padecer con el que padece sinceramente y desde lo profundo, eso es mucho más complicado y puede llevar intrínseco el milagro.

  • Tenía que haber pensado primero en mí

    Tenía que haber pensado primero en mí

    Una vez más, la película pone en boca de los personajes cosas que igual uno piensa pero no se atrevería a decir porque son políticamente incorrectas. O tal vez ya no tanto, y la cultura está cambiando en la dirección de aceptar socialmente que la persona haya de pensar primero en sí misma.

    Audrey se enfrenta a una serie de renuncias, como las de Paul, pero al verse sola en la sala de preparación y despojada de todo hasta del pelo, prefiere no dejar más cosas atrás y cambiarlo todo por una sola: elije dejar a Paul que aparentemente era con quien no era feliz. No importan sus sentimientos, sus renuncias, lo que él piense. Hay que optar por el «mal menor» y le deja.

    Esta pérdida se suma a las renuncias que Paul había hecho para hacerse pequeño. Ahora, no solo se ha hecho físicamente pequeño, sino que como persona, lo ha dejado todo atrás, lo ha perdido todo

    ¿Por quién lo dejarías todo?

    Paul lo dejó por su mujer, por hacerla feliz, por sentirse mejor consigo mismo, por salvar el planeta. Y cuando decides dejarlo todo, es una apuesta que ha de asumirse con todas las consecuencias. En este caso, al dejarle su mujer, todo lo demás deja de tener sentido, todo su mundo se cae.

    ¿Alguna vez te has sentido pequeño y abandonado?

    Jesús ante eso está preparado para recordarnos:

    Os aseguro que estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo

    Mateo 28:20

    No importa lo que pase, ni cómo salgan los planes, ni si nos va bien en la vida o si lo perdemos todo. La fidelidad de Dios es siempre infinita e incondicional, porque nunca piensa en sí mismo, su amor por cada uno de nosotros es totalmente desinteresado.

  • Caminar sobre las ampollas. FOOTPRINTS 2

    Caminar sobre las ampollas. FOOTPRINTS 2

    «El primer contacto con el dolor es de impacto, es imposible seguir nos decimos»

    Esto es lo primero que sentimos al hacer el Camino, o al comenzar un nuevo reto: El «dolor» de las dificultades, nuestra limitación y la frustración. La lección que ofrece la vida en estos casos, si la sabes vivir, es la de que se puede caminar a pesar del dolor y el sufrimiento. Pero si nos acostumbramos a huir de él y a esconderlo a las siguientes generaciones, jamás descubriremos una de las cosas más obvias de la vida: la inmensa capacidad del ser humano para soportar el dolor con tal de conseguir la meta que se propone, especialmente si esa meta pone en el centro al ser querido.

  • Este es Mikel Señor, un buen sacerdote. BROKEN 06

    Este es Mikel Señor, un buen sacerdote. BROKEN 06

    Llegamos al final y Mikel debe enfrentar él mismo la vergüenza, la caída de su imagen de sacerdote perfecto.

    – Una mujer me dijo una vez que culpa es saber que has hecho algo mal, vergüenza es que lo sepan todos

    Solo no puede superarlo, sin la oración tampoco. Como le recomendó el acompañante, para superarlo ha de ponerse con las manos vacías delante de Dios, sin fortalezas, sin seguridades, sin recursos, sin doctrinas. Y esta vez es el acompañante quien reza por él.

    – Este es Mikel Señor, un buen sacerdote, presto a perdonar a los demás, reacio a perdonarse a sí mismo, dale la paz. Amén

    Dios se adapta a todas las velocidades, a todas las circunstancias, cada uno de nosotros tenemos que dar el paso que nos corresponda para encontrar la Paz. Como Tomás, Mikel, que había sido fiel a su sacerdocio, a la teoría del mismo, también ha de experimentar a Jesús resucitado a través de los demás para encontrar la paz, no en un cuento de hadas donde no existe el sufrimiento, sino en la misericordia y el amor que brotan del perdón.

    — ¡La paz sea con vosotros! — Luego dijo a Tomás: — Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe.
    — ¡Señor mío y Dios mío! —exclamó Tomás.
    Mt 7:9-11

    Recorridos los seis capítulos, es más fácil comprender la cita con la que arrancaba Dios es quien llama. BROKEN en la que Pablo describe cómo ha de ser un sacerdote: una persona que capaz de comprender el sufrimiento de los demás, porque lo experimenta y enfrenta en su propia vida, como hizo Jesús, desde la conciencia y no desde la apariencia, sin ocultar su humanidad para así mostrar su divinidad. Esto es lo que da verdadera autoridad a una persona.

  • Cuando rompes el último límite. Black Mirror 04×06 Museo negro

    Cuando rompes el último límite. Black Mirror 04×06 Museo negro

    Argumento

    Por el desarrollo del capítulo, este podría haber sido el cierre de la serie, pues acaba haciendo un guiño a todos los capítulos anteriores, enlazándolos en un museo macabro de herramientas para la tortura y el asesinato. De esta forma recoge el argumento general. Mostrando como hilo conductor una última historia que vuelve sobre el tema de la separación de la mente humana, de la conciencia o los sentimientos, y las posibilidades que esto abre. Vemos como lo que podría haber sido un buen avance, deriva enseguida en algo descontrolado pues abre posibilidades para las que el hombre no está preparado. El árbol del conocimiento, de las sensaciones, de las emociones, como en el Edén, tientan cada vez que se nos ponen delante como un torrente de posibilidades por explotar.

    ¿Dónde está el límite?

    No importa dónde esté, HAY QUE ROMPERLO! Esta es la naturaleza humana, no detenerse frente a ninguna barrera, ir siempre más allá. Estamos hechos a imagen de Dios y somos creadores y poderosos, no lo podemos evitar. Esto es lo que la serie, de alguna forma, ha ido transmitiendo. El único límite que puede haber es la propia voluntad de cada ser humano, de ORIENTAR en vez de LIMITAR sus propios actos hacia una evolución moral pareja a la científica dedicada al bien del prójimo, a continuar la obra creadora iniciada por Dios.

    Sin embargo, la serie parte del quebrantamiento de la parte moral como la realidad en la que estamos, y desde ahí, vemos lo fácil que es construir un futuro tecnológico lleno de atrocidades, hasta alcanzar la última frontera, la de separar cuerpo y alma y trasplantar esta a otros cuerpos, a otras cárceles para torturarla durante toda la eternidad.

    Ya Platón sentía una gran carga con el cuerpo, como la cárcel del alma que le limitaba, que le impedía ser quién de verdad quería ser. También Pablo lo percibe:

    «No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero… Según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros… Con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado» Rm 7:19-25

    Sin embargo la persona es completa y se mantiene en equilibrio gracias a la unión de cuerpo y mente y la tensión entre ambas. Cuando al relacionarnos olvidamos una de las dos dimensiones, entramos en desequilibrio y surgen las complicaciones.

    Y hablando de desequilibrio y de espíritus disociados, o en cuerpos que no corresponden, cuando en el Evangelio se habla de endemoniados, se dice que tienen uno o varios espíritus que no corresponden. El endemoniado de Gerasa le contesta a Jesús «Me llamo Legión, porque somos muchos» Mc 5:1-20 poco después Jesús hará un trasplante de espíritus del endemoniado, a una piara de cerdos. El endemoniado es el que está dividido, fragmentado en su interior, sin correspondencia entre cuerpo y mente.

    ¿Iremos al infierno?

    No lo sé, pero construirlo lo vamos construyendo, sin duda. Igual que hay mucha gente dedicada activa y pasivamente a la construcción del reino de Dios. También son muchos los que activa o pasivamente van forjando el infierno tal y como se ve en la serie, y se lo desean a otras personas.

    Si estuviera en la mano de la gente enviar a otros al infierno, lo harían como ocurre en la serie: una tortura infinita donde todo sea llanto y rechinar de dientes. Es el hombre, no Dios quien persigue este infierno, quien cree merecerlo o quien se cree en la potestad de condenar a otros a vivirlo. «Si te portas mal irás al infierno» No creo que sea una consecuencia por la bondad de nuestros actos. Sin embargo, con nuestra falta de amor vivimos más o menos inmersos en un infierno y sumergimos a otros en él o los rescatamos. Todo el que sufre el llanto y el rechinar de dientes en vida está de alguna manera inmerso en un pequeño infierno fruto de las imperfecciones propias y ajenas.

    Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me disteis alojamiento; necesité ropa, y me vestisteis; estuve enfermo, y me atendisteis; estuve en la cárcel, y me visitasteis”. Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o falto de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?” El Rey les responderá: “Os aseguro que todo lo que hicisteis por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, por mí lo hicisteis”. Mt 5:35-45

    En nuestras manos está y ha estado siempre la opción de construir el reino de Dios, o bien de construir el infierno. ¿Por qué no elegir bien si somos tan libres e inteligentes?

  • Cuando «para toda la vida» es «hasta que mi ego nos separe». Black Mirror 04×04. Colgar al DJ

    Cuando «para toda la vida» es «hasta que mi ego nos separe». Black Mirror 04×04. Colgar al DJ

    Argumento

    Encontrar la pareja perfecta es tarea difícil pero muy importante, pues idealmente esa pareja te acompañará el resto de tu vida. Ya hace tiempo que existen redes sociales y aplicaciones destinadas a encontrar nuestra pareja perfecta contrastando nuestro perfil con el de toda la base de datos de la gente que decide entrar en ese mismo juego.

    Black Mirror, en este capítulo, se adentra en esta tecnología y cuenta una historia muy peculiar para hablar del amor entre dos personas como algo intangible pero a la vez medible empíricamente. Muestra básicamente cómo serían estas aplicaciones si se pudiese introducir la componente humana, el verdadero amor, en el proceso de iteración.

    ¿Y si conociéramos la caducidad de los compromisos?

    Con la aplicación que muestra el capítulo, puedes ver lo que durará una relación. Este es un elemento clave. En nuestro afán por controlar y conocer todo, por miedo a lo que vendrá, esta es una herramienta muy valiosa, sin embargo, vemos como el hecho de conocer este dato condiciona el tiempo de la relación. Y esta reducción del tiempo es especialmente drástica si se rompe la confianza de la pareja. Toda una metáfora de la vida real.

    El compromiso y el amor van de la mano, no hay amor sin compromiso. Sin embargo, cada vez cuesta más comprometerse en algo, y más si es un compromiso sin plazo o de por vida. Sin embargo, y lo muestra la serie también, cuanto menos compromiso hay, la implicación es menor, y el sentimiento de vacío aumenta.

    Cuando el ego se descontrola, el compromiso pasa de ser una entrega libre de la persona, a ser una condena esclavizante donde el otro es quien me quita la libertad. Porque entendemos que mi libertad empieza donde acaba la del otro, y por tanto, el otro se convierte en un obstáculo para mí, en lugar de ser aquel que me hace desarrollarme en plenitud y alcanzar una cota de libertad más elevada, una libertad en relación con el otro.

    «Que se detenga el mundo, te elijo a ti»

    La serie acaba definiendo el amor como escapar del mundo, JUNTOS, enfrentarse a todas las barreras y dificultades. Podemos añadir fácilmente: estar en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad… pero en todo caso JUNTOS, comprometidos en un mismo proyecto en las fases buenas y malas del mismo, no solo en las buenas.

    Todos los días hasta el fin del mundo

    El compromiso del ser humano no puede durar más de lo que dura su vida, en cambio, el de Dios es eterno. El del ser humano es frágil, pues el ego (amor a uno mismo) se dispara muchas veces y hace que no amemos al otro como a nosotros, sino menos.

    La suerte que tenemos es que Dios nos es fiel siempre. Lo repite en infinidad de pasajes. De hecho la mayor parte de la Biblia se dedica a hablar de la Alinaza entre Dios y el hombre, como una relación de pareja en la que el hombre es infiel por su debilidad, pero Dios se mantiene fiel, siempre a la espera, siempre dispuesto a acoger y perdonar para reparar la relación.

    «YO ESTOY CON VOSOTROS TODOS LOS DÍAS, HASTA EL FIN DEL MUNDO» Mt 28:20

    Si fuéramos realmente consciente de este amor, nos costaría menos permanecer fieles.

     

    Por último, el capítulo vuelve una y otra vez sobre una frase que dice la aplicación «Todo pasa por una razón» De alguna forma, el sistema, lanza una esperanza en esta búsqueda del amor, insta a continuar para que el proceso no se trunque y llegue a su fin. Todo a nuestro alrededor tiene un sentido y juega un papel en la historia pero no lo descubriremos si tiramos la toalla antes de tiempo. También en esto podemos hacer una lectura de esperanza cristiana, de confianza en Dios, que nos conoce y sabe de nuestra debilidad y torpeza y aun así deja la creación en nuestras manos, porque confía en que, aunque sea a base de fracasar una y otra vez, al final encontraremos el amor, porque venimos de Él y tendemos a Él.

  • Cuando el ¿qué dirán? te importa más que el ¿quién soy?. Black Mirror 03×03 Cállate y baila

    Cuando el ¿qué dirán? te importa más que el ¿quién soy?. Black Mirror 03×03 Cállate y baila

    Argumento

    En este caso el capítulo tiene muy poco de futurista y de fantástico. Es real como la vida misma y está casi a la orden del día. Una persona se dedica a hackear webcams y a chantajear a sus dueños con las imágenes que recoge. El chantaje consiste en pedir a los afectados que hagan cosas concretas como en una gymkana delictiva

    ¿Hasta dónde llegaríamos en esa gymkana?

    El problema es que el acto por el que nos pillaron podía parecernos malo, pero, tal vez las siguientes pruebas sean aun peores de cara a confesarlas.

    ¿Qué peso le damos a nuestra reputación? ¿A caso nadie antes ha caído en lo mismo? Una de las mejores forma de controlar a una persona es a través del miedo. En este caso el miedo a ser descubierto, y en la medida en que crea que es más grave lo que esconde, más fácil de controlar será. Esta ha sido muchas veces la baza de las religiones, pero…

    ¿Está Dios al otro lado de las cámaras?

    Cada vez hay más gente hoy que tiene tapada la webcam de su ordenador. Cuando nos daba miedo que nos viera Dios y nos castigara, la gente comenzó a abandonar la Iglesia, y ahora para esconderse de este nuevo dios, de esta nueva intrusión en nuestras vidas, tapamos las cámaras y listo. ¿Lo que no se ve, no está mal? Esta parece ser la filosofía que nos mueve, no importa lo que hacemos, sino que los demás vean de nosotros solo lo que nos interesa, lo que sea políticamente aceptado por la sociedad. Y para esto hay dos soluciones: una es la de tapar la cámara y la otra la de normalizar ciertas cosas en la sociedad, para que no sea vergonzoso que se sepa lo que hago, para que deje de sentirme culpable por esto o por aquello.

    Pero, ¿está todo bien? ¿Vale todo? ¿Te has sentido alguna vez como el hijo pródigo cuando dice…?

    “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo” Lc 15:21

    La solución pasa por dar la cara, plantarle cara al mal, pero no provocando un mal mayor, sino volviendo al Padre, asumiendo el error y la culpa, y aceptando el abrazo que reconstruye a la persona rota.

    Afrontar el castigo y la humillación de su familia, será mejor que seguir bajando al abismo, siempre y cuando haya un Padre que te acoja. Esa es la esperanza del hijo de la parábola. Él, a pesar del mal, aún recuerda que hay un Padre capaz de devolverle la dignidad. Pero ¿qué pasa cuando dejamos de creer en ese Padre? ¿cuando nos creemos solos ante al mal del mundo o que podemos resolverlo por nuestra cuenta? ¿o cuando pensamos que lo que hemos hecho es imperdonable?

    Dios es siempre mayor que nuestro pecado, o dicho de otro modo, no podemos superar a Dios con nuestro pecado, el siempre gana si nos ponemos en sus manos.

    Y es que, lo bueno del Dios cristiano es que no es el dios de las cámaras espía sino el Dios del amor y la misericordia, el que envía a su Hijo a librarnos del poder del pecado con el perdón. El que hace una fiesta cada vez que vuelve un pecador arrepentido. Pero, ¡CUIDADO! el otro dios también existe, lo hemos creado nosotros, es el dios del hermano mayor, el Gran Hermano, que vigila y juzga los actos de su hermano, hoy con cámaras, para echárselo en cara, para creerse mejor y así ganar un premio que no se compra, que solo se puede recibir como regalo: el mismo abrazo del Padre que recibió el hermano menor.