«El primer contacto con el dolor es de impacto, es imposible seguir nos decimos»
Esto es lo primero que sentimos al hacer el Camino, o al comenzar un nuevo reto: El «dolor» de las dificultades, nuestra limitación y la frustración. La lección que ofrece la vida en estos casos, si la sabes vivir, es la de que se puede caminar a pesar del dolor y el sufrimiento. Pero si nos acostumbramos a huir de él y a esconderlo a las siguientes generaciones, jamás descubriremos una de las cosas más obvias de la vida: la inmensa capacidad del ser humano para soportar el dolor con tal de conseguir la meta que se propone, especialmente si esa meta pone en el centro al ser querido.
En esta segunda entrega de la versión de Alicia en el país de las maravillas, Tim Burton nos ofrece un buen material para hablar del perdón. Como película igual es un poco floja, pero no deja de ser un buen recurso pedagógico para hacer calar en la cultura el tema del perdón y su importancia… Lee más: Alicia a través del espejo. El PERDÓN
Como en la historia original de «Alicia en el país de las maravillas», el guionista emplea el mundo fantástico para que, la protagonista, se vea reflejada (como en un espejo) y aprenda a resolver una situación en el mundo real. Este es un recurso tan sencillo como antiguo, ya lo usaban los antiguos profetas: te… Lee más: Cuando la lías y no hay vuelta atrás, pero puedes ir hacia adelante
En la película de Vaiana ya vimos la preocupación por ver «quién soy de verdad» poco más quedaba por decir. Sin embargo, en esta otra película el enfoque no es tanto saber quien soy, sino, no dejar de serlo con la edad y las circunstancias. Las pasiones de juventud pueden parecer nuestro ser auténtico que… Lee más: Cuando renuncias a tu ser, por ser más realista
En la escala del perdón, hay cosas que consideramos imperdonables, otras difíciles, y tal vez otras más sencillas, sin embargo, no hay mucha costumbre de pedir perdón ni por las más pequeñas, y difícilmente se puede perdonar al que no te pide ese favor. La película nos muestra distintas situaciones en que se junta la… Lee más: Cuando te confiesas culpable y descansa tu corazón
La última parada en esta sencilla película nos lleva a la reconciliación, pero esta vez no con otra persona, sino con uno mismo, con el pasado, con el tiempo. Para eso es interesante que personifiquen al tiempo, de forma que se pueda dialogar con él y proyectar pensamientos que al final han de volver sobre… Lee más: Cuando haces las paces con el tiempo, y experimentas la paz en tu interior
La última parada en esta sencilla película nos lleva a la reconciliación, pero esta vez no con otra persona, sino con uno mismo, con el pasado, con el tiempo. Para eso es interesante que personifiquen al tiempo, de forma que se pueda dialogar con él y proyectar pensamientos que al final han de volver sobre uno mismo.
La película hace varios juegos de palabras y bromas con el tiempo, pero también plasma pensamientos más profundos y arraigados en la sociedad, que lo muestran como un enemigo, como dice Alicia, «un ladrón que nos roba lo que amamos» o que «el tiempo es oro» es una riqueza que se pierde, que se nos escapa. Este concepto se trabaja muy profundamente en la película «In Time» que recomiendo. Sin embargo Alicia afirma que el tiempo no es nada de eso y pone el acento en el dar y recibir, descubre la vida como don, como gracia recibida. El tiempo da antes de quitar, y lo único que merece la pena es lo que damos a los demás.
Plantea así el tema de la muerte de su padre, no como algo que «el tiempo» le ha robado, sino como algo que este le ha regalado, el tiempo juntos, todo lo entregado y recibido, lo aprendido. Gira así el planteamiento, y lo que le hacía infeliz, lo que le quitaba la paz, ahora se la da y le llena de alegría. Se ha librado del pasado como carga y ahora lo conserva como recuerdo agradecido y lo significa entregando el reloj que tenía como recuerdo de su padre.
Y va aun más allá, es capaz de renunciar a lo más valioso para ella, lo que parece que le daba su identidad, el barco de su padre, que no solo le recordaba a él, sino que además la convertía a ella en capitán de barco. Y cuando hace esta renuncia sincera, al más puro estilo Abrahám entregando a Isaac, su madre se lo devuelve, siendo ella la que renuncie por su hija a sus seguridades. Ambas han superado el duelo del pasado y son ya capaces de mirar al futuro.
Una vez más, Alicia ha hecho posible lo imposible, pero no de forma mágica o contra las leyes de la naturaleza. Su padre está muerto y eso no va a cambiar, pero su vida y la de su madre aun no han terminado, ni se tienen que echar a perder, y todo depende de cómo quieran enfrentar su historia y cómo sea su amor: posesivo o gratuito y semejante al agapé de Dios.
Algunas citas bíblicas a la luz de la película
Job 1:21 – Lejos de la resignación y el enfado, Job reconoce la inmensidad de Dios y agradece todo lo recibido como regalo o más bien como préstamo, así que como no es suyo, no puede reclamar la pérdida.
Ec 3:1-8 – El conocido himno al tiempo del Eclesiastés, en el que reconoce que hay un tiempo y un momento para todo. No podemos pretender estar siempre en el tiempo favorable haciendo que se detenga todo. Eso no es real y vivimos en el mundo real.
Ec 1:1-11 – Al hilo de la reflexión de que lo único que merece la pena es lo que se da, podemos volver a referirnos al Eclesiastés, cuando en su discurso inicial muestra su sabiduría al presentar que todo lo que tenemos por importante está realmente vacío, ni lo hemos hecho nosotros, ni es nuestro, ni lo controlamos, ni merece la pena tratar de atesorarlo. De ahí que solo valga en la medida que se entrega o se devuelve.
Mt 25:40 – Y como último apunte, aunque se podrían hacer más, me fijo en el juicio que nos anuncia Jesús, el del amor, aquel en el que nos preguntarán qué hicimos por los demás ¿cuánto fuimos capaces de amar?
¿Algo se mueve?
Es tu turno, hazlo posible, o al menos haz lo posible. Demuestra que eres libre y no esclavo del pasado, del tiempo, de las circunstancias. Si introduces el amor en la ecuación, entrará la misericordia y el perdón, y llegará la sanación y la paz y con ella la felicidad.
En la película de Vaiana ya vimos la preocupación por ver «quién soy de verdad» poco más quedaba por decir. Sin embargo, en esta otra película el enfoque no es tanto saber quien soy, sino, no dejar de serlo con la edad y las circunstancias.
Las pasiones de juventud pueden parecer nuestro ser auténtico que se va perdiendo conforme la vida te va dando golpes y vas madurando. Pero al igual que a la fruta no la maduran los golpes sino el sol, también a la persona le pasa lo mismo. Los sueños de la juventud, no han de desaparecer sino madurar con la persona, y esto es lo que pasará con la protagonista, cuyo personaje aparece más mayor que en la primera película y con una serie de responsabilidades y circunstancias adultas que le harán dudar de la identidad que adquirió de pequeña.
Su amigo el sombrerero se lo recalcará diciéndole «tú no eres tú, no sé quien eres, no te reconozco» en otras palabras, has perdido tu identidad, has perdido el amor primero, el espíritu que te movía y que entregabas a los demás. Absolem por su parte la dará la clave: «has estado fuera demasiado tiempo» ese fuera lo podemos leer como alejada de ti, de lo que eres.
«Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos» Mt 18:3
¿Cómo se consigue lo imposible?
Creyendo que sí es posible. Pero no con fantasías, sino desde el análisis de las posibilidades a tu alcance, buscando otros caminos, y descubriendo si el problema en cuestión es realmente imposible, o es que está mal planteado. Esto se puede ver en la película, donde lo que es humanamente posible se hace y lo que no lo es se asume con la paz de saber que no está en la mano de uno conseguirlo.
Y aun así, para los cristianos hay un peldaño más de esperanza, pues sabemos que:
«Para Dios nada es imposible» Lc 1:37
Algunas citas bíblicas a la luz de la película
Lc 24:21 – Los discípulos de Emaús experimentan también el desaliento de la razón. Cuando los acontecimientos pesan más que la fe, los discípulos pierden su identidad de discípulos del mesías y pasan a ser personas estafadas. Aquello en lo que creían se ha derrumbado.
Mt 16:23 – La reacción de Jesús al rechazar a Pedro con la frase «aléjate de mí Satanás» me recuerda a la reacción del sombrerero con Alicia. Ya no eres tú, la identidad que Dios te había dado ya no la conservas, así que tu nueva identidad, si no vienen de Dios, viene del «maligno» porque has renunciado a la fe.
Mc 9:23 – No solo podemos afirmar que para Dios nada es imposible, sino que también dice Jesús, que para el que cree, nada es imposible. ¿Realmente tenemos esta fe?
¿Algo se mueve?
¿Cómo va puliéndose tu identidad a través de los años? ¿Has perdido el amor primero, la llamada inicial? Quizá sea bueno dedicar algo de tiempo a recordar los sueños y proyectos de la infancia y ver si han madurado o se han eliminado para dejar paso a la razón pura.